Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Inés Gallastegui
Granada
Domingo, 14 de julio 2024, 09:20
¿Es el deterioro cognitivo consustancial al envejecimiento? El gerontólogo José Luis Cabezas, el médico geriatra Alberto Castellón y el neurólogo Cristóbal Carnero responden que no –con algunos matices– y explican cuáles son las causas de la pérdida de facultades en las personas mayores.
El ... doctor Carnero, ex jefe de servicio de Neurología en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada y actualmente neurólogo en el centro Fidyan Neurocenter, recuerda que el deterioro cognitivo es un síntoma no necesariamente relacionado con la edad: puede estar motivado por un traumatismo, un tumor, un ictus, problemas vasculares o procesos degenerativos como la enfermedad de Parkinson o el mal de Alzheimer, entre otras causas.
Sin embargo, sí es más frecuente en las personas mayores. Es decir, es más probable, pero no es 'obligatorio' padecer deterioro cognitivo en edades avanzadas. «Con la edad hay cierta merma fisiológica de las capacidades cognitivas, pero muchas personas se adaptan a ellas y siguen llevando una vida autónoma. En cambio, cuando hay deterioro cognitivo hay menoscabo funcional, dificultades para hacer actividades cotidianas«, señala. «Es importante aclarar que la demencia es un grado de deterioro cognitivo de tal magnitud que la persona ya no puede realizar esas actividades de forma autónoma, mientras que la enfermedad de Alzheimer, entre otras, sería la causa de la demencia».
Alberto Castellón, geriatra y profesor de Gerontología en la Universidad de Granada, recuerda que el deterioro cognitivo asociado a la edad está relacionado con el estilo de vida que se ha llevado a lo largo de la vida. «La hipertensión arterial, el sedentarismo, el consumo de grasas saturadas y el alcohol deterioran las neuronas», subraya el médico.
Por el contrario, el ejercicio físico y el mental mejoran su regeneración. Por eso, mantener hábitos saludables y una actividad intensa de tipo intelectual aumenta la llamada «reserva cognitiva» y esta favorece disfrutar de un cerebro a pleno rendimiento durante muchos años. Por eso hay individuos que con 70 u 80 años pueden seguir trabajando. «Hay una preparación para la tercera edad, para el llamado envejecimiento exitoso o jubilar», subraya.
El doctor Castellón recuerda que hasta 1980 la Medicina sostenía que a los 50 años se terminaba la regeneración neuronal y, en cambio, hoy se sabe que se pueden crear en torno a 7.000 neuronas diarias hasta más allá de los 80. «Si todas las células del organismo durasen lo mismo que las neuronas, podríamos vivir hasta los 140 o los 150 años. Ese es el reto actual de la Gerontología», señala Castellón, también miembro de la Real Academia de Medicina de Granada.
El deterioro cognitivo, recalca, se manifiesta de una manera muy clara: la persona va 'desaprendiendo' las actividades básicas de la vida diaria en el mismo orden en que las aprendió; primero, las avanzadas, como jugar a cartas o navegar por internet; después, las instrumentales, como hablar por teléfono; y finalmente, las básicas, como comer o vestirse.
Otra cosa, matiza, es que las personas mayores tengan una velocidad de reacción y de procesamiento más lenta que las jóvenes. «Eso no es deterioro cognitivo; simplemente es un momento distinto del ciclo vital», recuerda.
En el mismo sentido se expresa José Luis Cabezas, primer doctor en Gerontología de España y también profesor del master de la UGR en esta materia. «Siempre les digo a mis alumnos que, como los ordenadores, las personas mayores tardan más en resolver un problema o tomar una decisión porque tienen muchas más variables que valorar, más información acumulada. Eso no quiere decir que presenten un fallo», argumenta.
«Una cosa es envejecimiento y otra envejecimiento patológico», zanja el experto. Que se dé uno u otro depende –además de factores genéticos– de la trayectoria vital desde el punto de vista físico, intelectual y emocional. Si una persona llega a una edad avanzada y ha hecho los 'deberes', no tendrá la fuerza de la juventud, pero sí podrá mantener intactas sus habilidades cognitivas y seguir trabajando, en sentido amplio, aunque esté jubilado.
Y entrando en la polémica que agita Estados Unidos y de rebote a Europa, ¿puede Joe Biden continuar en la carrera por la reelección?Los tres expertos son muy cautos a la hora de enjuiciar el caso del presidente norteamericano, ya que solo saben lo que todos hemos visto a través de los medios de comunicación estadounidenses, que no son exactamente neutrales en el 'diagnóstico'. En ese sentido, coinciden en que solo pruebas médicas complejas pueden determinar si el octogenario presidente tiene o no un problema de deterioro cognitivo.
Castellón recuerda que a muchos mayores se les somete a pruebas sencillas, como el test Mini-Mental, cuando hay signos de que algo anormal les ocurre. Incluye pruebas de memoria inmediata, cálculos numéricos, pequeños dibujos o preguntas sencillas y da pistas sobre la existencia de deterioro cognitivo o demencia. Para llegar a un diagnóstico concluyente, sin embargo, son necesarios exámenes neurológicos mucho más complejos, que pueden incluir evaluaciones psicológicas y técnicas de imagen para estudiar el cerebro, entre otras.
A partir de ese acuerdo, los expertos difieren en sus impresiones. El neurólogo Cristóbal Carnero considera que Biden lleva ya años ofreciendo un aspecto «claramente patológico». «Se muestra desubicado, tiene problemas para articular las palabras y presenta problemas motores: está rigido, se mueve como un bloque, camina con pasos cortos y no bracea, lleva las manos arqueadas... Está 'parkinsonizado', es decir, tiene signos exteriores similares al párkinson, lo cual no quiere decir que tenga párkinson, que también es una enfermedad que produce deterioro cognitivo; podría ser por otras causas, como problemas vasculares o la toma de algunos fármacos», explica.
Por su parte, Alberto Castellón y José Luis Cabezas creen que hay cierto 'ageísmo' o 'edadismo' al valorar el estado de Biden. El gerontólogo resalta que algunas imágenes que muestran a Biden con la mirada perdida han sido manipuladas al dejar fuera de cuadro el objeto de su atención. El médico recuerda que la estresante jornada laboral de un 'potus' no es, precisamente, una tarde en el hogar del jubilado, ya que el líder mundial tiene horarios extenuantes y carga una gigantesca responsabilidad sobre sus hombros.
«El edadismo es una forma de discriminación muy importante, después del racismo y el machismo, pero a menudo mucho más sutil, disfrazado de interés por proteger a la persona»,. subraya Cabezas. Y lo ilustra con un ejemplo: «Cuando un joven de 20 años pierde las llaves, es despistado; si las pierde un señor de 80, tiene alzhéimer».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.