El festival de Woodstock: días de barro, amor y rock and roll

Poco más de cincuenta años después, son incontables las crónicas que recuerdan aquellos días de paz, amor libre, rock and roll y barro. El 15 de agosto de 1969, apenas un mes después del que el hombre pisara la Luna, unas 500.000 personas se congregaron en una granja de Bethel, en el estado de Nueva York (no, el festival no se realizó en la localidad de Woodstock porque los vecinos se negaron). Los organizadores no esperaban tanto público, en su mayoría 'hippies' que, como los músicos que actuaron, gritaban y cantaban en contra de la política exterior de los Estados Unidos y la intervención militar en la guerra del Vietnam, la lucha por los derechos civiles y el conservadurismo imperante en la sociedad norteamericana de la época. No fueron los Rolling ni lo Beatles ni Dylan, pero celebraron la exaltación de la paz, el amor libre y las drogas con Jimmy Hendrix, Joan Baez, The Who, Joe Cocker, Grateful Dead, The Band, Janis Joplin o Neil Young, una cita llena de contratiempos que hizo historia en la música.

En aquel primer festival les acompañaron tormentas y aguaceros que rebozaron de lodo a la marabunta poseída en una atmósfera de LSD y marihuana. Una cita tan histórica que se ha repetido en varias ocasiones. En 1994, el que celebraba los 25 años de la mítica cita, también regados por una tormenta, cuatro personas murieron ahogadas en medio de una enorme pela de barro. En 1999, alguien prendió fuego a una montaña de basura.

Hubo otras ediciones de Woodstock pero ninguno con el espíritu de aquel del lejano 1969.