Fiestas en los barrios de Granada

Las fiestas del Realejo rinden homenaje a Paco del bar Molino

Así, de los siete días en los que se prolongan estas fiestas, la Virgen del Rosario es absoluta protagonista en cuatro de ellos. El sábado, con laa apertura durante prácticamente toda la jornada de la iglesia de Santo Domingo, el lunes, miércoles con diversos actos que culminan el jueves con la procesión.

Los actos comienzan este mismo jueves con el Pregón a cargo de Manuel Dorado Atienza y la Ceremonia de entrega de los Premios Realejo 2023. Destacan a título póstumo los concedidos a Francisco Molina Jiménez, Paco del bar Molino y a sor Griselda González Blasco.

Paco falleció este año 2023. Se llamaba Francisco Molina Jiménez. Tenía 51 años y ha dejado esposa e hijo, Paquillo, de 23 años. Su mujer, María del Carmen, es conocida en el barrio como Mari la del Rossini, en el Campo del Príncipe. Su repentino fallecimiento llenó a la familia de condolencias y pésames de los vecinos y vecinas del barrio, realmente conmovidos por la desaparición de «uno de los nuestros», como resaltaron entonces apesadumbrados.

Paco encontró la muerte de repente, mientras trabajaba. Apenas pasaban unos minutos de las diez de la noche cuando, tras servir un par de cañas a una pareja de turistas extranjeros, se dirigió desde dentro de la barra a ordenar las tapas correspondientes. De pronto, se desvaneció y cayó al suelo tan largo, grande y bueno como era.

Rápidamente llegaron las asistencias médicas, pero no pudieron recuperar para el barrio del Realejo y sus vecinos y vecinas a Paco el del bar Molino, un gran tipo querido por todo el mundo.

Encarnación González Blasco, nacida en Granada, por su parte, ingresó a los 18 años en el convento de las hermanas contemplativas de Santa Catalina de Siena de Granada, Zafra, el 17 de junio de 1965. EN religión tomó el nombre de María de Griselda de Jesús.

En 1968 profesó solemnemente y en 1970 es trasladada al convento de Baza. En 1974 es destinada a Colombia. AL volver estuvo residiendo en varias comunidades. Con los niños conectaba estupendamente, sobre todo en la catequesis, así como con los jóvenes De igual manera tenía grandes habilidades para el canto, pero sobre todo para el bordado en oro.

Colaboró con las diferentes cofradías de Granada, no solo con su arte, sino también se involucró en la misión formativa de sus cofrades, así como en la misión del consejo y de la escucha. También fue asistente religiosa de la Tercera Orden de Santo Domingo en Granada.

En comunidad procuraba estar cercana y colaborar con lo que sabía: la guja, la cocina, el canto, la liturgia y contagiando el gran amor que tenía por la orden y a la congregación. Fue ecónoma y secretaria de la comunidad. Fue priora cuando, víctima de la pandemia, falleció el 30 de noviembre. Deja un hondo vacío pero un gozoso recuerdo de paso por nuestras vidas.