Señal de zona de bajas emisiones en Barcelona. Efe

Un 'Gran Hermano' con 54 cámaras vigilará el acceso a la zona de bajas emisiones

Granada ·

Captará las matrículas, procesará datos y verificará si, por ejemplo, el vehículo que ha cruzado el área lo ha hecho para quedarse en el parking de Arabial, al igual que ocurre ahora con los vehículos que entran a la calle San Antón para aparcar en el Parking Victoria

Viernes, 2 de febrero 2024, 00:28

La implantación de la zona de bajas emisiones, que restringirá el paso a los vehículos contaminantes no censados en la ciudad, es una medida que supone un esfuerzo técnico, normativo, de vigilancia y hasta de reeducación ciudadana tan importante que había que maximizar su impacto ... ambiental para que, de verdad, se note en la reducción de la contaminación provocada por el tráfico y suponga un salto en la mejora de la calidad del aire que respiran los granadinos.

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Así lo entiende el equipo de gobierno de Marifrán Carazo que, tras estudiar concienzudamente las distintas opciones de la mano del equipo técnico municipal de las áreas de Movilidad y Medio Ambiente, ha presentado esta semana un modelo de zona de bajas emisiones que ha dado un giro 180 grados a las propuestas que se habían barajado hasta ahora, ampliándola a toda la trama urbana.

Mientras que la propuesta que hizo suya el anterior equipo de gobierno se articulaba en torno a una almendra central que establecía las líneas de cierre en las calles Pedro Antonio de Alarcón, Agustina de Aragón o San Juan de Dios, ahora el área crece, de manera que se evita también el tráfico de agitación (vehículos intentando aparcar) que se concentraría en las calles limítrofes a la zona restringida y sería contraproducente. En lugar de reducirse a tres kilómetros y medio la zona de bajas emisiones se extiende así hasta 19,06 kilómetros cuadrados del término municipal. Toda la trama urbana, con la excepción de las calles permiten acceder a los denominados apartamientos de borde: los parkings privados de Méndez Núñez, Hipercor, Luna de Granada, Torres Neptuno, Centro Comercial Neptuno, APK2 Arabial, Nuevo Los Cármenes y Serrallo Plaza. También están excluidos de la zona de bajas emisiones los barrios de Bobadilla, El Fargue, Haza Grande y Lancha del Genil.

Este perímetro final de 19 kilómetros cuadrados estará vigilado por un 'Gran Hermano' que captará las matrículas, procesará datos y verificará si, por ejemplo, el vehículo que ha cruzado el área lo ha hecho para quedarse en el parking de Arabial, al igual que ocurre ahora con los vehículos que entran a la calle San Antón para aparcar en el Parking Victoria.

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Cámara instalada en Agustina de Aragón como parte de la zona de bajas emisiones. Pepe Marín

La red de vigilancia estará integrada por las mismas 18 cámaras específicas de la zona de bajas emisiones –que han permitido ofrecer una radiografía muy detallada de los flujos que se producen y diseñar la medida– más otras 36 cámaras de cordón perimetral con las que ya cuenta la ciudad y que también leerán las matrículas. La concejala delegada de Movilidad, Protección Ciudadana, Agenda Urbana, Sostenibilidad y Fondos Next Generation, Ana Agudo, explica que estas cámaras estaban colocadas en función de la propuesta inicial, que se reducía a la almendra central, por lo que ahora se reubicarán para abarcar todo el perímetro. Se trata, como quiera que sea, de cámaras que moverán continuamente para que el que tenga pensando infringir la norma no sepa nunca por donde le pueden pillar. «Iremos modificando y moviendo cámaras pero no buscamos una red sin fisuras sino un control para desincentivar esos desplazamientos de vehículos que hay que ir quitando de la circulación y que están detrás de los problemas de calidad del aire que afectan a los granadinos», insiste Agudo, que cree que se fomentará la transición al transporte público y se evitarán muchos movimientos de coches secundarios en las familias.

Está convencida de que la medida, que se irá implantando de forma gradual hasta el 1 de abril de 2025, será efectiva ambientalmente. Y no es una opinión política, asegura, sino lo que dicen los estudios que han realizado los técnicos del Área Medio Ambiente que cifran que la reducción de vehículos se traducirá en un descenso del 26% en las emisiones de los óxidos de nitrógenos, los más perjudiciales para la salud y responsables de las nubes tóxicas que sobrevuelan las urbes más contaminadas.

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