En cualquier batalla, como la que libra la humanidad contra ese bicho llamado Sars-Cov-2, hay unas 'fuerzas de contención', básicamente los sanitarios en los hospitales, y detrás de ellos, en la retaguardia, los científicos que trabajan en centros como el Instituto de Parasitología ... y Biomedicina López-Neyra, CSIC, ubicado en el Parque Tecnológico de la Salud (PTS) de Granada. Allí, en uno de sus laboratorios, los investigadores Javier Martín y Marialbert Acosta han intervenido en uno de los proyectos internacionales que más han dado que hablar en las últimas semanas. Básicamente porque el trabajo realizado, que relaciona la gravedad de la enfermedad con factores genéticos, ha sido de tanta relevancia que lo ha publicado The New England Journal of Medicine. Es decir, la revista médica más importante del mundo.
Publicidad
«Se ha empleado una técnica muy sólida en la que se analizan hasta ocho millones de marcadores genéticos», explica Javier Martín, quien agrega que se han encontrado dos zonas en los cromosomas, el tres y el nueve, que se asocian con los efectos más dañinos de la Covid –fundamentalmente problemas respiratorios que pueden llegar a ser letales–. En el cromosoma tres se encuentran genes relacionados con la respuesta inflamatoria e inmunológica. La tristemente conocida como 'tormenta de citoquinas' que agrava exponencialmente el estado de salud de los contagiados con coronavirus. Y el nueve atañe a los grupos sanguíneos, de tal forma que «los A tienen cierto riesgo y los 0 cierta protección». «Pero mucho cuidado –indica el doctor Javier Martín– hay factores, como la edad avanzada, el padecimiento de patologías previas, los que están siendo tratados con inmunodepresores o la obesidad, que pesan más en la severidad que el tipo de sangre». Una aclaración importante porque, una vez que trascendió la noticia, se observaron interpretaciones que no se ajustaban a la realidad.
Este estudio en el que han participado los granadinos Javier Martín y Marialbert Acosta tiene relevancia por muchos motivos, pero sobre todo por uno muy fácil de entender: si sabemos el grado de propensión, también sabemos a quiénes hay que priorizar, por ejemplo, cuando se desarrolle la campaña de vacunación, o a quiénes hay que tratar prematuramente con corticoides u otros fármacos para que el proceso no derive en complicaciones que, en el peor de los casos, pueden acarrear el fallecimiento de los contagiados. «Esto es un paso adelante, pero hay que seguir avanzando», dice Javier Martín, en referencia a la necesidad de seguir profundizando, como ya se está haciendo, para disponer de más evidencias que permitan establecer ese correlato entre los condicionantes genéticos y la Covid-19.
Desde Granada, desde el López-Neyra, se ha aportado algo tan importante como la 'materia prima' de este tipo de investigaciones: datos genéticos que permiten comparar personas sanas y personas con Covid-19. «Contactaron con nosotros los colegas que estaban abanderando este ensayo, alemanes y noruegos, porque recientemente habíamos difundido un trabajo sobre la esclerodermia –un mal que afecta al tejido conjuntivo– en Nature Communications y sabían que disponíamos de esta información», comenta Javier Martín. Desde ese momento, todo transcurrió con gran celeridad, «y en tres o cuatro días ya estaban preparados los archivos para enviarlos». Finalmente se pudo realizar el genotipado, el análisis genético, aprovechando el momento de mayor incidencia de la pandemia en Europa. De ahí que a mediados de junio, en un lapso muy reducido si tenemos en cuenta los tempos que precisan los procedimientos científicos –mucho más pausados–, The New England Journal of Medicine incluyera el artículo en sus páginas.
Publicidad
Javier Martín (Torrecardela, 1959) es Profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) –un estatus asimilable a catedrático en la universidad–. Tras licenciarse en Medicina y trabajar en un prestigioso centro hospitalario de los Estados Unidos, la Clínica Mayo, recaló en el Instituto de Parasitología López-Neyra, donde ya lleva treinta años ejerciendo. El grupo que dirige, especializado en genómica, es una referencia mundial en enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y la esclerodermia. Le avalan más de quinientas publicaciones en revistas científicas.
«La mayoría de la gente tiene una valoración muy positiva del esfuerzo de los investigadores, pero la lectura no es tan favorable respecto a la financiación de la ciencia, sometida a continuas fluctuaciones en las últimas tres décadas», lamenta Javier Martín. En este sentido, «resulta incomprensible que desde el López Neyra, vinculado al CSIC –es decir al Ministerio y, en consecuencia, a la estructura del Estado– no se pueda acudir con proyectos a la Consejería de Salud, dependiente de la Junta», dice el investigador. «Sí lo podemos hacer, sin embargo, cuando se trata de la Consejería de Educación», aclara. «No tiene ningún sentido que trabajemos codo con codo con hospitales como el del PTS o que seamos una referencia internacional, y tengamos cerradas las puertas de la Consejería de Salud».
En cualquier caso, sí reconoce la respuesta de administraciones y fundaciones en todo lo relativo a la Covid.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.