Granada tendrá cuarta conexión con Madrid en noviembre

Así lo ha desvelado este viernes el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, en una comparecencia en la que ha informado sobre las actuaciones más inminentes en materia de servicio público ferroviario y en la que ha dado cuenta del profundo cambio operativo que va a experimentar Renfe con la entrada en servicio de los nuevos trenes de la serie 106, los conocidos en el sector ferroviario como Avril, y que sustituirán las actuales unidades en los trayectos a Galicia y Asturias.

Un tren híbrido y de ancho variable apto para circular por todo tipo de vías: electrificadas o sin catenaria y de ancho ibérico o internacional, llegará para cubrir la nueva línea. La unidad S730 que debe prestar el servicio hasta Madrid fue fabricada en 2012 y alcanzará una velocidad de 250 kilómetros por hora como máximo, lo que supone un tiempo de viaje algo mayor que el de los trenes AVE. El número de plazas para viajar a Madrid crecerá un 27%, llegando a las 2.500 diarias.

Esto permitirá estrenar el cambiador de ancho. Las obras de esta infraestructura quedaron adjudicadas por 6,1 millones en abril de 2019 y tenían un plazo de ejecución de 10 meses, pero empezaron a acumular demoras. En febrero de 2020 se anunció un primer retraso y se aplazó el fin de la obra a septiembre. En diciembre de 2020 se adjudicaron los trabajos de seguridad y comunicaciones, lo que alargaba a finales de 2021 la puesta en servicio. En abril de 2022, el horizonte se situaba a finales de 2022 o principios de 2023. Pero la realidad es que los últimos trabajos, la instalación de los desvíos ferroviarios, no comenzó hasta hace justo un año.

Puente ha apuntado que «desde el año 2008 no entra ningún tren nuevo de Cercanías en nuestro país. Eso ya se acaba este mismo año. Y no llega un tren de larga distancia desde 2010, catorce años sin incorporar nuevos trenes a nuestra flota». El ministro insiste en que «con ese material se están prestando muchos más servicios [ferroviarios] que entonces», ha ejemplificado, citando la extensión de la red de alta velocidad a ciudades como Valencia, Alicante, Elche, Murcia, Granada, Palencia o León, entre otras. «Pero ya material no daba más de sí». Hoy, «primer paso para cambiar esa dinámica», ha subrayado.

Todo este cambio operativo, que incrementará frecuencias en algunas rutas y que permitirá crear nuevas conexiones, se efectuará mediante una redistribución de trenes. La llegada de las nuevas unidades de trenes de la serie 106 (Avril), una veintena, permitirá redistribuir el material rodante gallego y asturiano e incrementar servicios en otros territorios de nueve comunidades autónomas: Extremadura, Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón y La Rioja.

El plan de redistribución se hará por fases debido a las limitaciones que supone la gran obra de ampliación de Chamartín, que ha obligado a reducir las operaciones dentro de la terminal. En una primera fase, en junio, varios trenes llegarán a las rutas Madrid-Sevilla y Madrid-Málaga, en las que hubo que retirar material y frecuencias ante el crecimiento de la red, y también a la línea con Cádiz, altamente saturada. También habrá un tren de la serie 730, un tren híbrido que puede circular por todo tipo de vías, que sustituirá el Intercity actual entre Madrid y Badajoz incrementando plazas. El Talgo que actualmente opera esa línea se desplazará a la línea Alicante-Barcelona.

En julio, en una segunda fase, llegarán más unidades para las rutas Madrid-Sevilla y Madrid-Málaga en su versión Avlo (la Alta Velocidad low cost de Renfe) y para dotar a la línea Madrid-Salamanca de una cuarta frecuencia en ambos sentidos.

La afección en Almería, Granada y Jaén no llegará hasta la tercera fase, cuando con los últimos tres trenes híbridos de la serie 730 se prestarán las rutas Madrid-Algeciras, Madrid-Almería (por Granada) y Madrid-Teruel por Zaragoza.