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Unas chicas celebran el nuevo horario de la hostelería en una terraza de la Plaza de La Romanilla. Alfredo Aguilar
El día que a Granada le dieron más de las diez

El día que a Granada le dieron más de las diez

Primer día de bares abiertos hasta las 22.30 horas ·

El nuevo horario se ha aprobado para tres semanas pero muchos salieron como si lo fueran a quitar mañana

Sábado, 20 de marzo 2021, 15:38

A las nueve de la noche de ayer la temperatura en la céntrica calle Ganivet estaba más cercana a la de una jornada de invierno, pero bajo las estufas de las terrazas y en el interior de los pubs la alegría y el ambiente eran de pura primavera. La primera tarde de copas después de nueve semanas con el cierre de los locales restringido a las seis de la tarde supo a gloria a los fieles a esta calle.

Y aunque, la flexibilización de medidas entraban en vigor para las próximas tres semanas, muchos salieron ayer a aprovecharlo como si ya no fueran a estar vigentes mañana. A Granada le dieron las diez y media en los bares y no le dieron las once y la una, como decía la canción, porque permanece el toque de queda.

A las once había que estar en casa, pero hasta esa hora hubo margen de sobra para que la de ayer fuera una jornada muy distinta en Granada. Volvieron las sobremesas largas sin mirar el reloj, las copas en los pubs, las tardes de compras con las amigas y hasta los helados de los Italianos que marcan la entrada de la primavera. Entre los que ayer exprimieron la calle hasta el límite que no costaba multa estaban la francesa Zoe y sus cuatro compañeros, todos estudiantes de la UGR, que comieron y luego siguieron de copas en el entorno de la catedral.

Zoe y sus amigos, estudiantes franceses de la UGR, en un bar del entorno de la catedral. Alfredo Aguilar

«Nos encanta Granada, en Francia está todo cerrado así que aquí con un poco más ya estamos felices. Hemos salido tres de la tarde, después de las clases y hasta las once no nos metemos en casa», explicaba, en perfecto español, la joven estudiante.

Las imágenes de grupos de amigos felices, desquitándose de las semanas de obligado confinamiento vespertino sin bares, se repetían también en escenarios como Ganivet, las plazas del centro o la calle Pedro Antonio de Alarcón. «Hoy hasta que el cuerpo aguante», bromeaban Paola, Jasmyna y Alba, estudiantes de Pedagonía, Turismo y Educación Primaria, mientras disfrutaban de una copa en las terrazas de Ganivet.

«Somos compañeras de piso, no es que no nos veamos, pero estábamos deseando salir», confesaban. En la zona emblema del tardeo granadino había también amigos que se abrazaban como si no se hubieran visto en años y dos que no se sabe en qué pensaban cuando dejaron sus coches aparcados en la calle peatonal, que precisamente ayer estaba tomada por la Policía Local. La grúa municipal tardó poco en aguarles la fiesta.

Paola, Jasmyna y Alba disfrutando del tardeo en Ganivet. Alfredo Aguilar

La tarde fue también de las cafeterías. En Artesanos de Granada, en la calle Recogidas, era difícil encontrar ayer una mesa libre. «Para nosotros está siendo genial la ampliación horaria, desde primera hora se ha notado que la gente se ha echado a la calle y se ha organizado para aprovecharla», comentaba el encargado del local, Marcos Manzoni.

El horario prolongado dio también vida al comercio. «Tenemos tres tiendas y con el horario limitado estábamos abriendo solo una. Ahora recuperamos todas y a ver cómo nos va. Hoy ha habido mucha más gente, desde luego es un alivio», señalaba la dependientes de Intemerata, un comercio de ropa femenina de Mesones. Las veinteañeras Inma y Pilar también disfrutaban ayer, por fin, de una tarde de tiendas: «Hemos disfrutado la merienda y de un poquito de normalidad».

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