Pepe Marín
Incendio en Granada

Granada duerme oliendo el incendio y la calidad del aire empeora en toda la provincia

Aunque la concentración de partículas de hollín y otros materiales en suspensión repuntó durante la pasada madrugada, los valores actuales siguen lejos de los picos máximos alcanzados durante la tarde del domingo

Martes, 13 de septiembre 2022, 10:33

El incendio forestal iniciado el pasado jueves en la localidad de Los Guájares se olió con claridad en la capital granadina durante la buena parte de la noche. El cambio de dirección del viento y la tardanza en la llegada de la tan esperada lluvia, ... que se ha hecho esperar para caer con fuerza hasta las nueve y media de la mañana en la zona afectada, cubrió la ciudad de un denso humo y un penetrante olor a leña. La calidad del aire empeoró durante la madrugada hasta volver a rozar niveles peligrosos para la salud, aunque todavía a cierta distancia de los valores máximos, que en la ciudad se registraron el pasado domingo.

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De acuerdo con los datos más recientes de la Red de Vigilancia y Control de Calidad del Aire de Andalucía, que alcanza hasta las nueve de la mañana del martes, los indicadores empeoraron durante la noche en toda la provincia. Ninguna de las cuatro estaciones de medición de las que dispone la administración autonómica (dos en la capital, una en Armilla y otra en Motril) marcaba buena calidad del aire a esa hora; las tres primeras se encontraban en situación «desfavorable», mientras en el municipio costero se quedaba en «regular».

La peor situación es la que se registra en la estación del Palacio de Congresos de la capital granadina, donde la estadística muestra un incremento en la concentración de partículas en suspensión en el aire, tanto las de menos de 10 micras de tamaño (Pm10) como las de menos de 2,5 micras (Pm2,5), consideradas las más peligrosas porque pueden pasar a la sangre a través del sistema respiratorio y quedarse ahí. Estudios científicos han confirmado que la contaminación de este tipo puede influir en la aparición de enfermedades cardíacas y pulmonares. El hollín y otros restos de combustión se cuentan entre los elementos que de forma más habitual generan este tipo de partículas.

A las nueve de la mañana del martes, la concentración de Pm10 en la ciudad de Granada era de 60,69 microgramos por metro cúbico (mg/m3), ya por encima del nivel máximo recomendado para la salud en media diaria por el Ministerio para la Transición Ecológica, en línea con las directrices de la Unión Europea. Desde las once de la noche del lunes, cuando con más claridad comenzó a notarse el olor a quemado y el humo en suspensión en las calles de la capital, la cantidad de restos de hollín y otras sustancias en el aire ya coqueteaba con los valores más altos antes de entrar en terreno peligroso.

También aumentó la concentración de Pm2,5, aunque de manera mucho más escueta, hasta quedarse en 22,75 microgramos por metro cúbico, en todo caso por encima de las medias anuales límites para la protección de la salud, que se sitúa en 20 microgramos, según el Ministerio para la Transición Ecológica. Es decir, que el aire que se respiró en Granada durante la noche y al menos el inicio de la mañana puede resultar peligroso para la salud, en especial para las personas con afecciones respiratorias previas.

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En todo caso, los valores registrados anoche, aunque más presentes en las narices, las casas y las calles de los granadinos, no fueron ni de lejos superiores a los máximos alcanzados el pasado domingo, cuando la concentración media de ambos tipos de partículas llegó a alcanzar los 62,6 microgramos a las ocho de la tarde, un 50% por encima de los últimos valores que muestra la red de medición de la administración autonómica.

Esto ocurre a pesar de que la cantidad de materia en suspensión había descendido con claridad durante la tarde del lunes, lo que se debe a un cambio de dirección del viento y la progresiva cercanía del incendio con la capital, ya que las llamas fueron arrastradas hasta municipios como Ízbor o Acebuches, a poco más de media hora en coche desde Granada.

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A las once de la noche de ayer, por ejemplo, la concentración media de ambos tipos de contaminante tocaba suelo desde el domingo con 33,55 microgramos por metro cúbico. Desde entonces hasta las nueve de la mañana del martes, cuando la cifra se elevaba hasta los 41,72 microgramos, el incremento alcanza los 24,3 puntos porcentuales.

Lo que más preocupaba hasta hace un rato, cuando ya ha comenzado a caer con fuerza el agua sobre la zona afectada, ya con el sol en pie, seguía siendo la tardanza de una lluvia muy esperaba que apenas se había dejado sentir tanto en la ciudad como en los aledaños del lugar del incendio forestal. De acuerdo con la información más reciente de la Agencia Española de Meteorología (Aemet), en la estación de Granada-Cartuja no se han registrado precipitaciones de entidad, aunque en algunas zonas de la ciudad sí cayeron cuatro gotas al filo del amanecer. Sí se registran precipitaciones de 0,2 milímetros en la de la Base Aérea de Armilla entre las siete y las ocho de la mañana, y algo más fuertes en el aeropuerto (1,5 milímetros).

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Poca lluvia también en la zona algo más cercana al incendio. De acuerdo con los datos de la estación de la Aemet situada en Castell de Ferro, por ejemplo, la única lluvia que se registró en aquel municipio ocurrió ayer a las siete de la tarde, y fue poca cosa, de 0,2 milímetros.

Sin embargo, la situación cambió poco más tarde, hacia las nueve y media de la mañana, cuando el agua comenzó a caer con fuerza sobre el terreno. Esta es la noticia que todo el mundo estaba esperando.

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