Los accesos de Elvira, Reyes Católicos y Pagés van a modificarse de cara a la implantación de la zona de bajas emisiones en Granada. RAMÓN L. PÉREZ

Granada llega a 2023 sin la zona de bajas emisiones

Solo una de las capitales andaluzas arrancará el año con los deberes hechos tras hacerse ayer público el reglamento para ordenar las áreas restringidas al tráfico

Jueves, 29 de diciembre 2022, 00:50

Cuando hace unos meses se aprobó la Ley de Sostenibilidad, el Gobierno esperaba que las ciudades con más de 50.000 habitantes se embarcaran en una carrera para llegar a 2023 con la zona de bajas emisiones preparada. La realidad es que los retrasos del ... propio Ejecutivo a la hora de diseñar las directrices y el contexto convulso de los últimos tiempos, inflación incluida, han hecho que la inmensa mayoría de las urbes vayan a arrancar el año con los proyectos en trámite y sin fecha exacta de inauguración.

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Ese es el caso de Andalucía, donde apenas una de las ocho capitales de provincia va a empezar 2023 con una zona de bajas emisiones activa. Se trata de Sevilla, que ya ha empezado a probar las restricciones en la Cartuja, el área que acogió la Expo en 1992 y que ahora se ha transformado en un polo tecnológico.

El resto de grandes ciudades andaluzas presentan un grado de avance desigual. Granada, como Málaga, Huelva y Cádiz, tiene la zona decidida, todos los proyectos licitados y espera concluir los trabajos a lo largo de 2023. Desde los consistorios se ha achacado en los últimos meses que el retraso en la implantación se debía a la falta de un reglamento que determinara con exactitud qué elementos deben de tener las zonas restringidas al tráfico.

El Gobierno, sin embargo, aprobó este martes en el último Consejo de Ministros del año un decreto-ley que da respuesta a las demandas municipales y que establece con claridad no sólo las características de las zonas de bajas emisiones, sino también qué aspectos tendrá en cuenta para valorar el impacto de la implementación de las limitaciones.

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En el caso de la capital nazarí, la publicación no llega a tiempo para que pueda empezar el año con la zona de bajas emisiones activa. De hecho, según confirmó este miércoles la edil de Movilidad, Raquel Ruz, Granada va a «mantener» los planes, por lo que se espera que la implementación se haga «a lo largo de 2023». La concejala destacó que «hay mucho trabajo ya hecho» y confirmó que el área cuenta ya con borradores de las ordenanzas, como la de la zona azul o de la propia zona de bajas emisiones, que debe modificar antes de que comiencen las restricciones. «Los técnicos están trabajando ya con el decreto-ley para ajustar lo que habíamos hecho y avanzar lo antes posible», afirmó.

Ruz insistió en que las medidas de control de tráfico y de reserva de espacios ya están licitadas y recordó que, desde la capital, se está avanzando también en la semipeatonalización de parte de los barrios de fuera de la 'almendra central' a petición de los propios vecinos. Es el caso de la zona entre Real de Cartuja y Ancha de Capuchinos, que demandaron los residentes y fue presentada hace un mes por el gobierno municipal.

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Los casos de Granada, Málaga y Huelva son mejores que los de Almería o Jaén, que han concluido los primeros cambios normativos, pero aún no han designado la zona en la que activarán las restricciones. A la cola está Córdoba, que recientemente ha detallado que no determinará la zona hasta después de las elecciones municipales.

Almería

Sin zona delimitada

La capital almeriense se encuentra sumergida en los trabajos previos. Recientemente ha encargado a una consultora externa la adaptación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible con vistas a que recoja las nuevas realidades de movilidad. Eso incluiría, según ha hecho público, la creación de una zona de bajas emisiones en la capital, algo a lo que está obligada por ley.

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A pesar de ello, Almería es una de las capitales andaluzas que están en una fase más temprana del proceso. Por el momento, se desconoce cuál será exactamente la zona de implantación y el número de cámaras necesarias y sus ubicaciones que serán necesarias para el control efectivo del cumplimiento. No obstante, se trata de un asunto en el que, según se ha apuntado desde el consistorio a este periódico en varias ocasiones, se está trabajando. 

Cádiz

Trabajos ya en marcha

Cádiz se encuentra en estado avanzado de implantación de la zona de bajas emisiones, aunque no llegará al 1 de enero, como establece la ley. Aún así, la ciudad tiene ya delimitada el área en que se activarán las limitaciones, que engloba tanto el Casco Antiguo como buena parte del Paseo Marítimo.

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Los planes pasan por habilitar 33 accesos por los que solo podrá pasar el tráfico de necesidad: personas usuarias garaje, residentes con zona verde, mercancías en el horario establecido, servicio público y vehículos de emergencias. Además, con el control en los accesos se podrán tomar medidas accesorias también encaminadas a reducir las emisiones, o incluso de control de tráfico en determinados eventos.

En estos momentos, Cádiz acaba de licitar el proyecto de implantación, que incluye la instalación de toda la señalética necesaria, con un plazo de ejecución que abarca todo 2023.

Córdoba

Hasta después de las elecciones

Córdoba es, en estos momentos, la capital andaluza que se encuentra en una fase más temprana. Recientemente, el consistorio de la ciudad anunció que no decidiría el lugar a implantar la zona de bajas emisiones hasta después de las elecciones municipales; esto es, más allá de mayo del año próximo.

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Granada

Proyectos licitados

La capital nazarí es otra de las ciudades andaluzas que se encuentra en una fase avanzada de implantación. En tiempos del bipartito, el pleno aprobó por unanimidad introducir limitaciones a la movilidad en la denominada 'almendra central', un área que engloba buena parte del Centro, Albaicín y el Realejo. A pesar del cambio en la alcaldía, el actual equipo de gobierno ha mantenido la disposición y apenas ha introducido cambios por ahora.

En estos momentos, todos los proyectos necesarios para la puesta en marcha de la zona de bajas emisiones están ya licitados. Entre los expedientes, se encuentran iniciativas como la sensorización de semáforos, la instalación de cámaras de tráfico o la remodelación de los actuales accesos restringidos de Elvira, Reyes Católicos y Pages para que puedan ser automatizados. 

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Otras medidas están también ya en marcha, como la adquisición de autobuses de cero emisiones o la instalación de cargadores eléctricos en las estaciones para alimentar los vehículos públicos.

Si bien los proyectos están avanzados, las modificaciones de las ordenanzas necesarias están aún pendientes. Se espera que en los próximos meses, de manera ordenada, se introduzcan cambios en las normativas que permitan otorgar seguridad a la zona de bajas emisiones y que ajusten aspectos como la calidad del aire o las sanciones que conllevarán los incumplimientos.

El plan de Granada es que no se realice una activación rupturista, sino que, como ha insistido el gobierno municipal en varias ocasiones, se va a buscar un sistema que haga que los cambios entren en vigor de manera progresiva a lo largo de los próximos años.

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La implantación, no obstante, será solo el primer paso. El PSOE pactó con Unidas Podemos e Independientes la creación de zonas de bajas emisiones en el resto de distritos de la ciudad. Desde hace meses, los técnicos de Movilidad han estado barajando diferentes opciones para cumplir la medida. Aunque, por ahora, la concejalía que Raquel Ruz no ha señalado especificamente los lugares, sí se ha detallado que se está barajando introducir limitaciones en los principales ejes comerciales.

Huelva

Limitaciones y peatonalizaciones

Huelva, al igual que Sevilla, planea tener al menos dos zonas. Una de ellas abarcará el centro onubense y la otra el barrio de Isla Chica. La primera área tendrá un perímetro de 3,4 kilómetros con 13 puntos de control de acceso en los que deberán instalarse cámaras con lectura de matrículas y la señalización de advertencia de entrada en la zona de bajas emisiones. La segunda abarcará un perímetro de 1,14 kilómetros y 6 puntos de control de acceso.

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El consistorio ha anunciado que cumplirá con la obligación de tener activas las restricciones en 2023, aunque no ha especificado una fecha. Lo que sí está confirmado es que las obras necesarias para la implantación arrancarán en el primer trimestre del año e incluirán trabajos de peatonalización de calles también.

Jaén

PMUS modificado

La capital jiennense no ha delimitado aún la zona de bajas emisiones, por lo que, como ocurre con Almería y Córdoba, parte con cierta desventaja respecto al resto de grandes ciudades de Andalucía. No obstante, según ha trasladado a este periódico en varias ocasiones, el consistorio tiene avanzados los proyectos de semaforización inteligente y de implantación de una zona de innovación tecnológica que van aparejados a las restricciones.

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También ha acometido recientemente una renovación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible que alude ya a las restricciones a la movilidad que hay en la Ley de Sostenibilidad. Respecto a la fecha de implantación, por ahora no ha dado a conocer nada más allá del interés por tener en marcha la medida a lo largo de 2023.

Málaga

Una de las más avanzadas

La ciudad tiene ya elegida la zona, que afecta a una superficie del centro de 4,3 kilómetros cuadrados. El modelo escogido, definido como envolvente, contempla 53 puntos de control (17 de entrada, 19 de salida y 17 dobles) en los que se instalarán más de un centenar de cámaras que vigilarán el cumplimiento de las restricciones y serán empleadas para sancionar a aquellos que entren sin los distintivos requeridos.

Los planes de Málaga son uno de los más arriesgados de la comunidad dado que afectan a grandes ejes viarios de la ciudad, como la Alameda, el Parque, el Paseo Marítimo o la avenida de Andalucía.

El ayuntamiento malacitano acaba de licitar el proyecto de ejecución de los trabajos de implantación con un periodo de ejecución que, como en el caso de Cádiz o Huelva, abarca todo 2023.

Sevilla

Todo preparado

Sevilla es la única de las capitales andaluzas que llegará a tiempo a la fecha recogida en la Ley de Sostenibilidad. A 1 de enero, la ciudad contará con dos áreas a las que solo se podrá acceder si los vehículos cuentan con distintivos cero emisiones, eco, C o B. Ambas zonas estarán situadas en la Cartuja y comprenderán todo el parque tecnológico que en el 92 alojó los pabellones de la Expo. 

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Según explicó el consistorio hispalense en octubre pasado, el modelo escogido es el de zonas de bajas emisiones que estarán activas solo en horario laboral, que es cuando la Cartuja, un lugar donde no hay parcelas residenciales, tiene paso de vehículos.

Así, las limitaciones estarán activas de lunes a viernes, entre las 7 y las 19 horas. No obstante, estarán exentos del cumplimiento, entre otros, los vehículos de los servicios municipales, los de transporte blindado de fondos económicos y efectivos, los de servicios médicos o las grúas de asistencia en carretera. 

La implantación de la medida lleva aparejada un sistema de reconocimiento de matrículas que se encargará de detectar automáticamente si los coches que entran cumplen o no la normativa. En caso negativo, se expenderán sanciones.

Para evitar problemas, la medida irá aparejada con la implantación de cinco bolsas de aparcamientos en los límites de la zona que estarán disponibles de manera preferente para aquellos usuarios cuyos vehículos no pueden acceder. El objetivo es que los conductores puedan, al menos, aparcar relativamente cerca si no pueden cambiar el coche.

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La iniciativa de Cartuja es solo el primer paso. Sevilla, al igual que otras ciudades como Huelva o Granada, plantearán nuevas zonas de bajas emisiones más adelante. Según detalló el consistorio, la idea es llevarla a cabo también en parte de Triana y en el Casco Antiguo en los próximos meses.

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