Granada mira con los ojos de un niño su Navidad más brillante

2,4 millones de bombillas esperan a partir de ahora todas a los visitantes. Un poco de color para recordar el tiempo que se ha ido y la esperanza de todo lo que vendrá. Los ciudadanos no llegaron tarde a la cita, pese a que el encendido se hizo de rogar. Las ganas de que este momento del año llegara hizo que a las 17.30 horas no cupiera ni un alma más en la Plaza del Carmen.

Los granadinos empujaban las calles y los edificios para encontrar un sitio. Les daba igual. Se abrían hueco entre cabezas para no perderse ni un detalle. A los márgenes del Ayuntamiento, con paso lento, en dos filas con distinta dirección, unos entraban y otros salían. En ese pasillo algunas caras conocidas se reencontraban. «Hasta luego», «Cuánto tiempo» o «Nos vemos». Granada entera estaba donde tenía que estar. Móviles arriba con directos en Instagram y una gran pantalla con la emisión de TG7. «Mari, esto lo podríamos haber visto igual desde casa», decía con sorna un hombre al que no le quedaba otra que pegar la nariz al teléfono de su vecina para ver algo.

En la terraza de Perromedio, un pequeño se encaramaba a un taburete con felicidad. Estaba lejos de lo que había que ver, miles de cabezas y un gran árbol le tapaban la visión, pero no emitió ni una sola queja. Una sonrisa le cruzaba la cara. Exprimía cada segundo de espera. Una pena que los mayores pierdan esa alegría. Los fines de semana no están hechos para las prisas. Un fallo técnico provocó retrasos en el programa. Concretamente, 45 minutos donde hubo chiflidos.

Por fin y tras algún imprevisto, el coro 'Carpa Diem' ocupaba su hueco en el escenario. Voces blancas y otras más curtidas arrancaban a cantar versiones originales de temas conocidos hechos villancicos. 'Shut Up and Dance' se convertía en 'La Navidad está aquí'.

La música amansa a las fieras. La acústica no era buena, pero la agrupación se hizo escuchar. Los granadinos empezaron una conga en el centro, otros aplaudían al son de la música. Tras la actuación, la alcaldesa, Marifran Carazo, y un pelotón de niños apretaron el botón en una plaza aún más apretada. Una ovación e ilusión. La multitud se disolvió para poner rumbo a la avenida de Reyes Católicos, repleta de figuras de pájaros en libertad.

Ambiente y jolgorio. Bares, terrazas, tiendas y calles estuvieron a reventar. Hay quien en vez de contemplar las luces, giraba a un lado la cabeza para saberse afortunado. La buena compañía es lo mejor de estas fechas, aunque nada salga según lo planeado.

Este año la Navidad será más larga. El encendido en la ciudad cuenta con 200.000 luces más que en 2023. La iluminación alumbra las principales arterias del Casco Histórico y de los distritos, llevando la festividad tanto a puntos patrimoniales y también a las calles principales de cada barrio. La jornada contó, en paralelo, con la actuación de grupos de coros infantiles en Zacatín, Gran Vía, Bib Rambla, Puerta Real, Fuente de las Batallas y Cauchiles. Además, los espectáculos de luz y sonido ante la fachada de la Casa Consistorial se repetirán todos los días en tres sesiones que tendrán lugar a las 19:30 horas, las 20:30 horas y las 21:30 horas. Por otra parte, se han inaugurado las actividades vinculadas al comercio navideño y las atracciones, que tendrán como escenario el eje Fuente de las Batallas-Paseo del Salón-Palacio de Congresos.