Sara Bárcena
Lunes, 20 de marzo 2023
«Quiero que, en primer lugar, prestéis atención a este candado, que funciona en las siguientes direcciones…», dice una voz. La banda sonora de Harry Potter envuelve el ambiente. El juego ha empezado. En Cubical Room, en la calle Arabial, un grupo de cinco personas ... se adentra en el universo más mágico de J. K. Rowling a través de Ministerio Hogwarts, una sala de escapismo diseñada para todos los sentidos. Sí, para todos. Aunque es probable que muchos ya conozcan su existencia, lo que no saben es que este juego guarda un secreto muy especial que, a partir de ahora, será un secreto a voces. O mejor dicho, a signos.
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Estas cinco personas comparten un rasgo que las diferencia de otros jugadores: no oyen. Son sordas. Ni las directrices de una voz en off ni la música más encantadora lograrán nunca captar su atención y no entenderán las pruebas. ¿Significa eso que no pueden jugar? ¡Para nada! Al menos, ya no. Aquí, no. Donde un grupo de personas oyentes se sumerge en el mundo de los magos por su cuenta y recibe las pistas a través de un walkie-talkie, uno de personas sordas lo hace acompañado del 'game master', que a través de un dispositivo móvil ofrece en vídeo las pistas correspondientes, en lengua de signos y con subtítulos.
Así, sin tener que depender de un intérprete, los cinco jugadores logran acceder a la primera habitación, de ladrillos y repleta de carteles. Un marcador indica la cuenta atrás para que acabe el tiempo. Tan solo sesenta minutos para resolver un sinfín de enigmas. ¿Lo conseguirán? Empiezan a mirar a su alrededor, a toquetear… Y, entonces, el 'game master' comparte con ellos un mini consejo a golpe de varita. «Hay personas que lo hacen más rápido porque son más hábiles y no necesitan estas pistas y otras que tardan más en buscar objetos o resolver enigmas y sí recurren a ellas», explica Martín Martín, creador de esta experiencia.
Alguna prueba clave han resuelto porque, de repente, se abre una puerta a una nueva habitación. En esta ocasión, pociones y otros objetos mágicos descansan en una antigua estantería, donde lucen poderosos los escudos de las cuatro casas de Hogwarts: Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Aquí, la aventura continúa -en lengua de signos, por supuesto-. El objetivo es terminar todas las pruebas, pero no hay un orden para realizarlas. Pueden resolver un juego que les lleve a otra sala y que aún queden pruebas pendientes en la que están. El tiempo corre y ellos están totalmente concentrados. Por primera vez en mucho tiempo, pueden disfrutar de un rato de ocio como cualquier oyente.
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Entre estos cinco jugadores se encuentran el presidente de la Agrupación de Personas Sordas de Granada y Provincia (ASOGRA), David Morillo, y su mujer, además del secretario general de la ONG, Gerardo Torres; la vocal del Consejo, Mª Conchi Gil, y la joven que aparece en los vídeos informativos, Marta Hidalgo, que aunque no es completamente sorda, sí padece hipoacusia. Según cuentan, Ministerio Hogwarts «no es el primer juego de escape de Granada que ha intentado adaptarse en lengua de signos, pero sí el primero que ha conseguido ser totalmente accesible para personas sordas».
Mª Conchi está muy emocionada. A través de su hija, había oído algo de estos juegos que están «tan de moda», pero no lo entendía porque no podía imaginarse cómo era. «Para mí, al principio, ha sido muy difícil, pero me ha encantado estar pensando y buscando objetos. Tengo casi sesenta años y ha sido muy enriquecedor jugar por primera vez», admite la vocal de ASOGRA. La verdad es que desde la organización pensaban que era «muy difícil» hacer este tipo de adaptaciones. Sin embargo, una persona oyente, Federico Garrido, tenía muy clara su apuesta.
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Contactaron entonces con Cubical Room, que rápidamente abrió sus puertas al «ocio para todos» y se comprometió a participar en una iniciativa tan importante y necesaria como es facilitar la accesibilidad de personas sordas. «Pensamos hacer unos vídeos en lengua de signos, con subtitulado, con audio también, accesibles para todas las personas sordas, para que así podamos acceder mucho mejor a la información», apunta el presidente. Además, «si está adaptado, van a tener muchos más participantes». Por su parte, el propietario asegura que «la sala se prestaba a eso». Se han eliminado algunas pistas sonoras, pero la mayoría son objetos visuales, enigmas, acertijos, pruebas de diversos tipos que se pueden realizar sin necesidad de escuchar.
«Queremos facilitar a personas de todas las edades que tengan alguna discapacidad auditiva que puedan disfrutar de un ocio como cualquier otra», señala Martín. Así, todas las personas sordas que lo deseen podrán sumergirse en el Ministerio Hogwarts. Las reservas se pueden realizar a través de la página web de Cubical Room, aunque también se organizan grupos desde ASOGRA. El único requisito es que sean cuatro jugadores como mínimo, seis como máximo, y que elijan una hora de martes a jueves por la tarde, en los horarios habilitados para la experiencia accesible. ¿Preparado para jugar?
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