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La segunda ola del coronavirus toma altura en la provincia. La Junta de Andalucía informó en la mañana de ayer de 298 nuevos positivos, en otra jornada de récord tras los 292 registrados el viernes. Son casi el doble de los notificados en la peor jornada del mes de abril, en plena eclosión de la pandemia.
Tras Sevilla, con 520 nuevos positivos, fue ayer la provincia andaluza que más casos registró en el parte enviado al Ministerio de Sanidad. Este dato eleva a Granada por encima de los 8.000 contagios, con un acumulado de 8.278. Se rompe esta barrera mientras el número de hospitalizados crece con ocho nuevos ingresos. En los centros sanitarios de la provincia hay 106 ingresados, de los cuales 14 requieren cuidados intensivos.
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En cuanto a los brotes, en la residencia Las Gabias hay 40 afectados. El foco en el hospital Virgen de las Nieves supera ya el centenar de casos, con 109 positivos. Ayer se rompió la tendencia en lo relativo a fallecidos: no se contabilizó ningún deceso por primera vez desde el 21 de septiembre.
El pico de 298 contagios es, de momento, la cima de una gráfica que refleja el agravamiento de la pandemia desde el mes de agosto hasta ahora. Tan solo en la última semana la Consejería de Salud ha registrado 1.348 nuevos positivos de los 8.278 agregados hasta la fecha. En otras palabras, en sólo 7 días se ha detectado 1 de cada 6 contagios registrados desde el mes de marzo en la provincia.
Además, el coronavirus se ha llevado por delante la vida de 16 personas, según las estadísticas de la Junta. Son ya 340 los fallecidos en la provincia.
La ascensión de la 'curva' del coronavirus en Granada a lo largo de las últimas semanas es mucho más pronunciada que durante los primeros meses de la pandemia. A principios de abril, el récord de nuevos casos remitidos al Ministerio de Salud en un día se situó en 121, dos veces menos que los registrados en el parte de ayer sábado. Desde mediados de septiembre, la barrera de los 120 nuevos positivos se ha superado en 9 jornadas.
Aunque la gráfica es un buen reflejo del panorama de la epidemia en la provincia, hay que tener en cuenta que se ha multiplicado el número de diagnósticos, gracias a las labores de rastreo para localizar infectados asintomáticos. En primavera, la detección de casos apenas se limitaba a las pruebas realizadas a pacientes que presentaban signos de la enfermedad.
Para comparar la situación de los primeros meses de pandemia con el repunte actual hay que acudir a los datos de presión hospitalaria, una radiografía más ajustada a la realidad del coronavirus en Granada. El 1 de abril había en los hospitales más de 600 ingresados. Un mes más tarde había 149 hospitalizados, de los que 28 en UCI. La cifra descendió rápidamente en una semana, bajando a las 115 hospitalizaciones, de las que 22 requerían cuidados intensivos. Ahora, según los datos de ayer sábado, son 106 los ingresados, de los que 14 están en la UCI, unos números muy similares a los del 7 de mayo, cuando la gráfica empezaba a dibujar un valle. Desde mediados de agosto, Granada lo recorre cuesta arriba.
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