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Los granadinos consumen un 4% menos de tranquilizantes que hace un año
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Los granadinos consumen un 4% menos de tranquilizantes que hace un año

El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Granada forma parte de la campaña Benzostopjuntos, que trabaja con el objetivo de reducir en lo posible el consumo de benzodiacepinas, disminuyendo su dependencia en todas las franjas de edad

Domingo, 30 de junio 2024, 00:24

El estrés, preocupaciones, situaciones complicadas… son solo tres motivos por los que cualquier paciente puede tomar algún tipo de tranquilizante, o lo que es lo mismo, benzodiacepinas como lorazepam, alprazolam o lormetazepam. Un consumo que aumentó durante la pandemia del COVID y el confinamiento y que poco a poco está disminuyendo.

En concreto, en Granada la disminución fue de un 4% en durante los últimos doce meses y en Andalucía un 2,5%, datos positivos a tener muy en cuenta, ya que el uso de estos medicamentos se recomienda durante un periodo limitado de 2 a 4 semanas como máximo, y en muchos casos, hay pacientes que son consumidores crónicos de estas sustancias.

Fernando Hidalgo es vocal de Plantas Medicinales del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Granada y vocal autonómico de Plantas Medicinales y Fitoterapia del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, por lo que conoce con exactitud de que manera es posible vivir sin tranquilizantes. «Está demostrado que estos medicamentos son útiles durante un tiempo determinado cuando las medidas no farmacológicas o alternativas con menos efectos secundarios son insuficientes. Tienen un efecto sedante o calmante y se prescriben principalmente por problemas de ansiedad e insomnio», explica Hidalgo, e insiste: «no se recomiendan para aliviar el nerviosismo leve o la tensión causada por el estrés diario».

Un mal uso de estos fármacos que se está corrigiendo gracias a la campaña Benzostopjuntos, promovida por el Servicio Andaluz de Salud y de la que forma parte el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Granada junto al Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. El principal objetivo es fomentar el buen uso de este tipo de fármacos, mejorando el conocimiento de la ciudadanía sobre los mismos y disminuir la dependencia que generan.

Como asegura Fernando Hidalgo, «muchos pacientes utilizan estos medicamentos de forma habitual generando situaciones de dependencia y tolerancia con el consiguiente riesgo para los mismos, y está demostrado que un uso continuado hace disminuir su efecto beneficioso e incrementa el riesgo de accidentes, caídas y el deterioro cognitivo, por lo que su balance beneficio/riesgo a largo plazo es desfavorable».

Factores a tener en cuenta sobre todo en consumidores mayores, ya que se calcula que en Andalucía una de cada diez personas es consumidora crónica de benzodiacepinas, el 50% son personas mayores de 65 años y 7 de cada 10 de estas personas son mujeres. Además, como explica Eva Ferreiro, farmacéutica del Centro de Información del Medicamento del COF Granada, «al cabo de las 4-6 semanas el efecto beneficioso de las benzodiacepinas se iguala a placebo, no así el efecto dañino, que aumenta con el uso continuado, por lo que a largo plazo no son medicamentos seguros y su uso prolongado termina empeorando los problemas de salud para los que se comenzaron a usar».

¿Pero es posible vivir sin tranquilizantes? La respuesta es sí, pero no de manera abrupta. «Para evitar problemas, la mejor manera de dejarlos es disminuyendo su uso lentamente, de lo contrario podrían aparecer los síntomas de abstinencia», asegura Eva Ferreiro. Una recomendación secundada con Fernando Hidalgo, que subraya que «nunca se debe suspender el tratamiento de forma brusca, por lo que es fundamental contar con el asesoramiento de un profesional de la salud como médico o farmacéutico para evitar estos problemas». Además, la campaña Benzostopjuntos también tiene a disposición de la ciudadanía guías de autoayuda ante distintos problemas y material de apoyo para manejar el estrés.

Los estudios demuestran que los pacientes que intentan dejarlo lo consiguen mayoritariamente. «Normalmente estos pacientes no son conscientes de que pueden mejorar su calidad de vida sustancialmente si dejan de tomar estos medicamentos habitualmente, y después de dejarlos se sienten más despiertos, con más energía, sin tantos altibajos y con una alta autoestima por haberlo conseguido», argumenta el vocal de Plantas Medicinales del COF Granada.

Una labor que se realiza en muchas ocasiones desde a oficina de farmacia, por lo que es muy importante que el farmacéutico conozca muy bien esta patología y tener un protocolo de actuación claro y concreto para tratar a estos pacientes de forma eficaz y segura. «Existen una serie de medidas higiénico-sanitarias que pueden servir tanto para prevenir como para abordar los trastornos de ansiedad e insomnio y por otro lado, tenemos una opción de tratar estos síntomas que nos relata el paciente con ansiedad, estrés, insomnio, etc.… con fármacos a base de plantas medicinales», indica Fernando Hidalgo, que también advierte de la importancia de «conocer la indicación de cada planta, así como su posología, reacciones adversas y precauciones en su uso, por lo que es fundamental consultar a su farmacéutico o médico antes de comenzar estos tratamientos».

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