Nuevo bar de Marchal S.M.

Un bar y un supermercado devuelven la vida a Marchal

Despoblación ·

El pueblo recupera ambos servicios después de casi cuatro años en los que sus vecinos tenían que desplazarse hasta otros municipios para comprar

Viernes, 15 de diciembre 2023, 00:21

Los escasos 400 habitantes de Marchal comentan la tranquilidad y disfrute de su vida en el pueblo, pero lo hacen por fin desde la barra de un bar, el único con el que cuenta la localidad. Han pasado cuatro años desde la última vez que ... muchos de ellos -en su mayoría personas mayores- pudieron tomar un café o una cerveza en un establecimiento, por eso ahora acogen con ilusión el establecimiento que cumple casi cada fin de semana un lleno absoluto. «Nos ha devuelto la vida», afirma uno de sus vecinos mientas comenta que hasta los trabajadores del Ayuntamiento tenían que desplazarse hasta Purullena si querían desayunar.

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Mientras Jennifer cocina algunas recetas de comida tradicional de la zona, los comensales entran y se asientan en el mismo sitio que ocupan a diario a la espera de una buena tapa. El local se ha convertido en apenas un mes en un punto clave de encuentro para los residentes de tercera edad e incluso atrae a gente de otros puntos de la comarca para degustar así las recetas típicas de la zona y así aprovechan para luego visitar el pueblo. «No solo es importante para nosotros, también queríamos atraer a otros comensales», señala su alcalde Juan Manuel Valdivia.

El consistorio recuperó las instalaciones hace un par de años, pero no encontró a ningún interesado en hacerse cargo de ellas hasta el pasado mes de octubre, motivo por el que ha estado todo este tiempo sin el servicio.

Un tiempo en el que muchos de sus vecinos reconocen no haber tenido «ningún espacio» para socializar y por el que apenas han tenido contacto los unos con los otros. «Hemos estado años sin tomarnos una caña», aseguran ya que no todos disponían de vehículo para poder desplazarse hasta Beas de Guadix o Purullena para disfrutar de una cerveza fresquita. La llegada de la pandemia coincidió con el cierre del local y tampoco había ningún otro lugar en el que juntarse. «Quién se imagina un pueblo en el que sus mayores no tengan donde jugar al dominó o las cartas», expresa uno de ellos agradecido mientras hace hora para echar la partida diaria.

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La recuperación del bar era una de las principales medidas que desde el Ayuntamiento consideraban necesarias para hacer frente a la despoblación y que, según confirma el primer edil de la localidad, ha servido también para atraer población al municipio ya que la responsable del mismo se ha instalado junto con su familia en el pueblo. Además, también utilizan sus instalaciones para organizar eventos turísticos que acoge la localidad y otros convocados por la asociación de vecinos. Recientemente, recuperaron en el espacio la tradicional fiesta de mayordomos después de 30 años. «Aprovechamos cualquier momento para darle uso», reconocen.

Supermercado

Mercedes pasea con un carrito por las calles del pueblo de camino a su domicilio porque esta vuelta a la vida de Marchal va también de la mano de la apertura de un pequeño supermercado que se ubica justo al lado del bar. «Teníamos el congelador siempre hasta arriba de comida porque íbamos a comprar una vez cada dos semanas», afirma una de sus vecinas, que agradece ahora la oportunidad de poder ir a diario a la tienda para adquirir lo necesario. Poder salir a comprar nos alegra el día a día», añade.

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Asimismo, Javier, el responsable del negocio, ofrece la posibilidad de llevar los pedidos pesados a los mayores, una comodidad que hace que sus vecinos le presten su confianza y les permite vivir sin limitaciones. «No hay nada mejor», declaran.

Hasta ahora, sus residentes tenían que desplazarse hasta Purullena o Guadix para comprar alimentos de primera necesidad ya que el pueblo solo contaba con una panadería con sustentos básicos.

Angustias espera su turno frente a la cristalera y cuenta cómo algo tan sencillo como ir a hacer la compra ha sido siempre una misión imposible en el pueblo, un hecho que les hacía «volver atrás en el tiempo» y que «limitaba su vida» hasta tal punto de tener que depender de sus hijos o familiares para poder desplazarse hasta otras localidades a hacer la compra.

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Además de devolverlos a la vida y la civilización, el nuevo bar y supermercado de Marchal también les hace luchar contra la despoblación que sufren, ya que el municipio era uno de los pocos de la provincia que no contaba con una cafetería. «Quién va a querer vivir aquí si no ofrecemos unos servicios mínimos», se preguntan sus vecinos mientras cuentan a sus amigos de otros pueblos o ciudades la alegría con la que se ha vivido en sus barrios poder acceder a estos servicios básicos de supervivencia. «Ahora ya sí que lo tenemos todo», sentencian.

Supermercado de Marchal S.M.
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