«Depositan en mí desde hace 36 años lo más importante que tiene una persona, su confianza»

También reconoce que otros de sus compañeros pueden tener una mayor formación académica que él, hay algo esencial en sus 70 años de vida a la hora de ocupar el cargo y es la experiencia que le ha dado «la universidad de la vida». «En todos estos años he intentado estar al lado de los habitantes de Ferreira, conocer sus problemas y preocupaciones y, por supuesto, los proyectos del territorio», asegura.

Fornieles nació y se crio en Ferreira, emigró con 14 años para poder trabajar. «Éramos una familia humilde que tenía que buscarse la vida. Cuando tuve la oportunidad, volví a mi tierra, donde a día de hoy, sigo». Con 21, volvió al municipio para realizar el servicio militar obligatorio y entonces empezaron a aflorar sus inquietudes para mejorar el pueblo. «Jamás pensé en llegar a ser alcalde. Depositan en nosotros lo que, a mi juicio, es lo más importante que tiene el ser humano: su confianza. Y que esto se repita es un plus de compromiso y una gran alegría de ver que reconocen el esfuerzo», añade.

Aunque la trayectoria de Antonio Fornieles es extensa, afirma que recuerda a cada una de las personas que han pasado por su lado en todos estos años. Un tiempo en el que ha combinado su función de primer edil con trabajos temporales en el campo y en la obra, aunque realmente solo cobró un sueldo mínimo de alcalde durante siete años. «No entré a la política para vivir de ella. Lo que pretendía era hacer crecer a Ferreira porque es mi tierra y hacerlo junto a los vecinos. Aquí no es que nos conozcamos solo de vista, es que nos conocemos de tratarnos personalmente y de vivir en el pueblo toda la vida».

Ferreira es uno de los municipios de la comarca de Guadix que más ha sufrido la despoblación, motivo por el que Antonio Fornieles insiste en la necesidad de motivar a la gente joven a que permanezca en el pueblo. «Ofrecemos actividades culturales, tenemos gimnasio y una piscina renovada y totalmente equipada, pero eso no siempre es suficiente», explica, motivo por el que desde el Ayuntamiento otorgan una cuantía económica a aquellas familias que tienen un tercer hijo en el pueblo.

El primer edil recuerda con exactitud el esplendor que la estación vivió años atrás, cuando atraía a unos 8.000 visitantes cada semana. Por ello, insiste en la importancia de su recuperación y asegura que, aunque guarda nostalgia de lo que un día fue, tiene la misma ilusión e interés que en su inicio, sobre todo después de las últimas reuniones con el consorcio y los alcaldes de Bayarcal y Nevada. «Hemos de reconocer que no hemos avanzado en los últimos años, pero esperamos que esto sirva para recuperar el proyecto». De este modo, valora como algo positivo la reapertura de servicios mínimos en la Ragua e insiste en que se debe trabajar en la habilitación de un espacio de aparcamiento, uno de los principales problemas y propone que se baraje la posibilidad de hacer un parking en el pueblo.