Lectura del manifiesto por integrantes de las dos asociaciones. IDEAL GUADIX

Manifiesto de las asociaciones 'Acci' y 'Alcazaba' contra la violencia de género

Durante el acto institucional con motivo del Día Internacional de Eliminación de la Violencia Contra la Mujer las dos asociaciones, integrantes de la Federación Sulayr, han dado lectura a un manifiesto

Lunes, 25 de noviembre 2019

Durante el acto institucional con motivo del Día Internacional de Eliminación de la Violencia Contra la Mujer las dos asociaciones, integrantes de la Federación Sulayr, han dado lectura a un manifiesto.

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El texto íntegro es el siguiente:

Un año más nos reunimos en torno ... al 25 de noviembre para lamentar que siga existiendo la violencia hacia las mujeres, una violencia machista que tiene su máxima expresión en aquellas mujeres que son asesinadas a manos de hombres por el simple hecho de ser eso, mujeres; y que nos negamos a que se conviertan en una cifra más porque no queremos a ni una de nosotras menos.

Las asociaciones de mujeres de Guadix leemos nuestro manifiesto cada 25 de noviembre con el deseo compartido de no tener que volver hacerlo el del año próximo, aunque somos conscientes de que todavía nos queda un largo camino por recorrer para poder convertir ese anhelo en una realidad.

Mientras tanto caminaremos juntas, teniendo claro que no podemos permitirnos ni un solo paso atrás en esta lucha por la igualdad y por la eliminación de la violencia hacia las mujeres. Lo haremos como siempre lo hemos hecho, trabajando en red, apoyándonos unas en otras, impulsándonos desde la sororidad. Porque esa es nuestra forma de entender el mundo, un mundo en el que solo podremos sentirnos libres y seguras si alcanzamos una igualdad real. Porque si tocan a una, nos tocan a todas. Y porque el movimiento feminista ha iniciado una cuarta ola en el que, por primera vez, se ha conseguido una simbiosis intergeneracional que queda muy bien reflejada en esta concentración y en la que todas nos movemos por un mismo objetivo, independientemente de nuestra edad.

Necesitamos empoderarnos y tener referentes femeninos. Leer este manifiesto hoy aquí es una forma de empoderanos, de hacernos visibles y de hacernos oír. Y para elaborarlo hemos querido contar con las palabras de una escritora que nos sirve como referente y que pone en el orden y la armonía literaria adecuados unas palabras que suscribimos. Son sus palabras, sí, porque quizás no seríamos capaces de decirlo tan bien como ella. Pero las compartimos punto por punto. Por eso vamos a leer un texto publicado el pasado mes de enero por Almudena Grandes, un artículo que a pesar de los meses transcurridos está más vigente que nunca y que dice así:

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«Solo existe una cosa más repugnante que una ideología odiosa, y es manipular la realidad para quitarle importancia, alegar que en el III Reich había delincuentes judíos, que la policía estadounidense también tirotea a hombres blancos. Nadie ha negado nunca que exista violencia en las familias. Nadie afirma que no se produzcan muertes en relaciones homosexuales. Nadie sostiene que las mujeres no puedan matar a sus maridos, a ancianos, a niños. Pero ninguno de estos supuestos comparte la naturaleza de la violencia machista. Todos los asesinatos son criminales, todas las agresiones, igual de graves, pero solo las mujeres mueren por el simple hecho de serlo. Solo ellas mueren por azar, a manos de desconocidos a quienes les da más o menos lo mismo una que otra, y secuestran a las que tienen a mano para violarlas y matarlas después. Desde hace siglos, los maridos se han ido a comprar tabaco y no han vuelto. Desde hace solo unos años, las esposas se atreven a irse de casa y cada mes muere alguna a manos del hombre al que ha abandonado. No es lo mismo. La violencia familiar existe, la violencia doméstica existe, la violencia machista es otra cosa. En el caso de los feminicidios determinados por el azar, es puro terrorismo ciego. En el caso de los asesinos que consideran que sus esposas son objetos de su propiedad, es la manifestación terrorista de una tradición criminal, que ha esclavizado, maltratadoy excluido durante siglos a la mitad de la población a favor de la otra mitad. Aunque las cifras sean abrumadoras, no es una cuestión de cantidad, sino de calidad. Tratar todas las violencias de la misma manera es posicionarse a favor de la violencia machista, quitarle importancia, avalar las razones de los asesinos de mujeres».

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