La planta de biogás de La Calahorra avanza entre las bendiciones legales y la oposición vecinal

La asociación social y cultural La Calahorra en acción, con más de 250 socios, abandera la oposición a este proyecto y está intentando la paralización a través de distintos procedimientos judiciales y administrativos, entre ellos han planteado una denuncia en la que acusan a la empresa de no respetar el periodo de nidificación de las aves esteparias y otro escrito a la CHG en la que aseguran que se ha cortado una rambla.

Con respecto a esta última, desde la CGH señalan a IDEAL que no se ha incoado expediente sancionador alguno, sino que están «en actuaciones previas», es decir en estudio para ver si la acusación de los vecinos tiene o no fundamento. «Tenemos la conciencia de que hemos hecho lo que teníamos que hacer. Europa podrá apostar por estas instalaciones, pero aquí no tenemos duda de que van a ser un peligro porque no se vigila nada», asegura tajante la portavoz de la asociación, Juana Delgado.

Por parte de la empresa promotora, aseguran que, fieles a sus valores de «honestidad y empatía» y empatía, han tratado de reunirse con los vecinos para sus resolver sus inquietudes. Y es que desde AGR Biogás no se explican el rechazo a un proyecto «circular y sostenible», que, aseguran, no viene a generar problemas sino a resolverlos, dando una solución a la eliminación de los residuos que ya se generan en el territorio. Así explican que no se trata de una macroplanta, sino una planta «dimensionada» a las necesidades de la comarca y que no traerá ningún tipo de residuo de fuera, sino que procesará los restos orgánicos que se generan allí mismo. Según los estudios de AGR Biogás, tan solo en residuos ganaderos, excrementos de aves y purines de cerdos, se generan 288.000 toneladas con carácter anual a 30 kilómetros a la redonda de la planta, sin contar con restos agrícolas. La planta procesará 104.000 toneladas de materia prima al año procedentes de las granjas de la zona, muchas menos de las que se producen allí mismo.

Inciden en que la planta, que superó exigentes trámites ambientales antes de iniciar las obras, no consume agua, ya que utiliza recursos reciclados, ni genera olores ni gases contaminantes. Cuando comience a funcionar producirá una reducción de dióxido de carbono a la atmósfera de 23.000 toneladas al año, cifra equivalente a la plantación de 920.000 árboles, según sus cálculos. Además inciden en que genera un impacto económico positivo en la comarca.

Solo en la fase de construcción, unos 18 meses, se están empleando 25 personas. «En cuanto a sinergias con el entorno, cabe destacar que la planta generará siete puestos de empleos directos y decenas de puestos indirectos, la mayoría de ellos vinculados al sector transporte, logística o mantenimiento, entre otros. En total, se calcula que este proyecto en concreto va a tener un impacto económico positivo en unas cien familias de la zona», aseguran.

Desde AGR Biogás explican también que este tipo de plantas existen en Europa desde hace décadas y son «una tecnología probada y madura». «La de la Calahorra será la primera planta de biometano con inyección directa a la red en Andalucía. En unos años habrá muchas plantas como ésta, pero la de La Calahorra será siempre la primera, la pionera. Este proyecto permite vincular el territorio con la sostenibilidad y la bioeconomía circular. Será modelo y referencia para el resto de la región», inciden.

«Actualmente se contabilizan más de 21.000 plantas en Europa. Alemania, por ejemplo, tiene más de 14.000 y en Francia se están inaugurando tres a la semana. ¿Por qué se ha tardado tanto en implantar en España? Porque no ha habido una apuesta política hasta este momento. Pero actualmente desde todos los ámbitos territoriales, el regional, nacional, europeo, Naciones Unidas, independientemente del color político, existe consenso unánime para apoyar este tipo de proyectos por todos los beneficios medioambientales, sociales y económicos que genera», concluyen desde AGR Biogás.