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La hazaña deportiva que firmó el Granada en este 2021, disputando la Europa League, tuvo un momento cumbre la noche del 25 de febrero. El equipo jugaba el partido de vuelta de los dieciseisavos de la competición ante el mítico Nápoles, la escuadra en la que jugó Diego Armando Maradona, quien tras su fallecimiento dio nombre al estadio. Los rojiblancos defendían un 2-0 conseguido en Los Cármenes, pero la velada no pudo empezar peor. A los tres minutos, Zielinski adelantó a los locales.
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Todo invitaba a la remontada de los italianos. Sin embargo, ocurrió lo inesperado. Ángel Montoro, cuya cabeza siempre estuvo para trazar pases, orientó un balón con la testa que se coló en la meta defendida por Ospina. «Estábamos sufriendo mucho y nos dio el impulso que necesitábamos. Fue una alegría enorme», suscribe.
En la celebración, Montoro se señaló el escudo y tuvo el detalle de dedicárselo a todos aquellos compañeros que estaban en la grada, fuera de la convocatoria, junto al resto de miembros de la expedición. «Quería que, cuando la gente volviera a ver ese gol, se fijara bien en ese momento de emotividad para la historia», asegura.
El Granada superó la eliminatoria y también pasó en octavos ante el Molde. Llegó a cuartos e inclinó la rodilla ante todo un Manchester United. Fue la cima, Old Trafford, pero lo de Montoro, en el templo de Maradona, quedará también para los anales.
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