Fran Hervías acaba de publicar un libro donde desvela los entresijos de Ciudadanos, desde su génesis hasta el preludio de su extinción. Un documento valioso sobre un momento político que deja al descubierto –para el que no lo sepa– cómo se gestiona un partido, las ... luchas internas, la mala convivencia de los egos, las traiciones y los enjuagues. En definitiva, que las cosas no son habitualmente como se cuentan.
'Ciudadanos. La historia jamás contada' (Península) contiene también algunas revelaciones en clave granadina y –aunque ya existían pocas dudas– salda la polémica del dos más dos en el Ayuntamiento; un pacto que cuatro años después ha fagocitado a todos sus protagonistas. En clave local, a Luis Salvador y Sebastián Pérez. En la esfera nacional, a Teodoro García Egea, Macarena Olona y al propio Fran Hervías. Ninguno sigue en primera línea política.
Todo empieza en enero de 2015, cuando Susana Díaz rompe con IU y anticipa las elecciones andaluzas. Es verdad lo que cuenta Hervías: en aquel momento, Luis Salvador no pensaba que Ciudadanos fuese a obtener representación en el Parlamento. No lo disimuló tampoco en las declaraciones públicas que hizo. El partido de Albert Rivera no tenía candidato a la Junta. «Todos considerábamos que Luis Salvador era la persona indicada, era el que tenía más popularidad por su presencia en tertulias televisivas en medios nacionales y experiencia política por su etapa como senador del PSOE», recuerda Hervías. Lo llamó por teléfono pero, «sorprendentemente», rechazó la propuesta. «Consideraba que era difícil sacar representación y que se había comprometido públicamente a ser candidato por Granada en las elecciones municipales, donde podría conseguir un concejal. Lo cierto era que todos los sondeos de entonces indicaban que Ciudadanos no sacaría representación, pero es precisamente en esos momentos cuando se demuestra la lealtad a un proyecto», le afea.
«En apenas tres meses pasó de rechazar ser candidato en las elecciones andaluzas de marzo a querer serlo por Madrid«
Después vinieron las elecciones en Madrid. Hervías cuenta que fue Luis Salvador quien le habló de Begoña Villacís, compañera en algunas tertulias. No era la opción anhelada por Albert Rivera, que pensaba en el tándem Cayetana Álvarez de Toledo y Joaquín Leguina. Hervías estuvo a punto de acompañar a Ignacio Aguado en su candidatura al gobierno autonómico. Y viene otra revelación: «Finalmente, no fue posible, pues era necesario estar empadronado en la comunidad. Aunque propuestas para liderar candidaturas como la de Madrid no nos faltaron, la que más me llamó la atención fue la del propio Luis Salvador, que en apenas tres meses pasó de rechazar ser candidato en las elecciones andaluzas de marzo, porque se había 'comprometido con Granada', a querer serlo por Madrid».
EL APRETÓN DE MANOS
Hervías dedica un apartado de su libro a la negociación del Ayuntamiento de Granada en 2019. «De la alegría a la decepción», lo titula. El planteamiento era ofrecer una «tercera vía» ante el enfrentamiento –dice– que existía entre PP y Vox. Esa fue la envolvente. No lo precisa Hervías, pero aquella supuesta animadversión irreconciliable entre los dos partidos de la derecha fue una leyenda urbana engordada por varios de los actores para fabricar un relato. La última palabra en las conversaciones la tenía Macarena Olona y habría validado –de hecho lo hizo– un acuerdo para convertir a Sebastián Pérez en alcalde.
Ahí estuvo la habilidad de Hervías, que cerró con Teodoro García Egea un acuerdo para cuatro años. Pero en Granada sucedió otra cosa. «Esa misma mañana del 15 de junio de 2019, me desplacé personalmente a la capital nazarí para celebrar que Cs gobernaba Granada, la alcaldía más importante que tenía en toda España. Sin embargo, la alegría duró poco, pues ese mismo día me llegó que Luis Salvador había estado reunido, sin informar al comité nacional de acuerdos, con miembros del PP y de Vox, y que esa misma mañana pactó con Sebastián Pérez una alternancia en la alcaldía de dos años cada uno, dejando en papel mojado mi acuerdo por cuatro años. Semanas después, Luis Salvador me confirmó que ese acuerdo lo hizo 'para evitar presiones', pero insistiendo en que no firmó ningún documento. En mi casa me enseñaron que cuando uno estrecha la mano para cerrar un acuerdo, este se cumple, y Luis se la estrechó a Sebastián Pérez». Hervías añade que después hubo una reunión de Luis Salvador en Génova para intentar desdecirse.
«En mi casa me enseñaron que cuando uno estrecha la mano para cerrar un acuerdo, este se cumple, y Luis se la estrechó a Sebastián Pérez»
Otra curiosidad 'jamás contada' es que Ciudadanos estuvo tentado de cambiar el candidato a la alcaldía cuando trascendió aquel estudio encargado que concluía que Luis Salvador tenía un cráneo perfecto. «En más de una ocasión lo defendí. Recuerdo precisamente cuando el 6 de mayo de 2019, en la reunión del Comité Permanente, varios altos dirigentes pidieron que se retirara la candidatura tras saltar a la luz un estudio morfopsicológico que había publicado en su página web de campaña. (...) Para Luis, que no estaba muy bien considerado entre miembros de la dirección de Cs, aquello fue su puntilla. A pesar de ello, y para asombro de algunos, decidí darle una nueva oportunidad. (...) Al cabo de unos meses me di cuenta de que me había equivocado. Todos los que durante años me advirtieron sobre él, tanto sus excompañeros del PSOE como numerosos de Cs, tenían razón. En cuanto fue alcalde conocí al verdadero Luis Salvador. Fue una decepción personal muy grande, una más, de alguien que tuvo las puertas de mi casa siempre abiertas».
Hervías se dio cuenta tarde. Y lo ha contado después.
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