Artigas, en el Cuarto Real de Santo Domingo. RAMÓN L. PÉREZ

Carme Artigas | Secretaria de Estado de Digitalización e IA

«El impacto económico del centro europeo será muchísimo mayor que el que hubiera tenido la agencia»

«La cantidad de financiación que se está dando a Granada como ciudad es equivalente a lo que cualquier comunidad autónoma hubiera tenido hace cuatro años»

Javier Morales

Granada

Sábado, 25 de marzo 2023

El martes, el Gobierno firmó con un gran fondo inversor la llegada a Granada del primer centro europeo del laboratorio emiratí Adia Lab. Puso su sello en el convenio la secretaria de Estado de Digitalización e IA, Carme Artigas (Vilassar de Mar, Barcelona, 1968). Con ... este laboratorio, el Ejecutivo invierte por primera vez en una entidad de inteligencia artificial para Granada tras la candidatura fallida a la agencia estatal de supervisión de algoritmos, recurrida por vía triple ante el Supremo.

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—¿Cómo surge esto?

—Hubo una primera reunión entre el presidente del Gobierno y el jeque de Emiratos Árabes Unidos. Hablaron del interés de cooperación bilateral en términos científicos y tecnológicos. Eso se transmitió a los distintos ministerios. Conocíamos que Adia había iniciado un centro pionero de investigación en IA, muy en la línea de la estrategia nacional en esta materia. En la visita institucional a Emiratos tuvimos la ocasión de visitar Adia Lab, nos transmitieron su estrategia y contamos la del Gobierno de España. Vimos muchos puntos de convergencia. Se estableció la oportunidad de iniciar una colaboración, en principio exclusivamente a nivel científico. Yo sugerí crear la sede europea en España, en línea con el proyecto Spain Talent Hub, donde además próximamente anunciaremos un centro de investigación extracomunitario que también ha elegido España para ubicar su sede europea. Hubo interés del Gobierno en que España fuese la sede europea de centros de investigación internacionales punteros que estén fuera de Europa. Estamos trabajando en varias líneas, esta ha sido la primera que hemos querido anunciar.

—Dentro de España, ¿por qué se elige Granada? ¿Qué va a reportar a la ciudad?

—Granada se elige porque, dentro de las opciones posibles, había manifestado una potencialidad que conocíamos desde las cátedras de Inteligencia Artificial de su candidatura a la sede (de la agencia estatal de IA) donde se manifiesta que hay un ecosistema único de talento, emprendimiento, empresas, inversión, y que es muy sinérgico con otras inversiones del Gobierno como el acelerador de partículas u otro tipo de inversiones que han venido tradicionalmente a la región. También está la voluntad de la ciudad de ofrecer su sede para ubicar el centro europeo. Al final hay una serie de astros que se configuran fruto de la voluntad política de dotar a Granada de una inversión importante por parte del Gobierno en ámbitos de IA porque el ecosistema lo merece.

«Al ser un centro europeo, vendrán estudiantes de todo el continente. Hay que recordar que la sede la querían ciudades como Londres o París»

Carme Artigas

Secretaria de Estado de Digitalización e IA

—Son 13 millones de inversión, cinco directos para Granada. ¿En qué se va a gastar ese dinero?

—Los cinco para Granada son para tres capítulos. Una parte es poder financiar a la UGR la investigación asociada a una de las cinco líneas; las otras cuatro irán a otras universidades de España. La de Granada va a ser alrededor de la ética y la IA. Ya son punteros, nos están ayudando en lo relativo al 'sandbox' (entorno de pruebas) regulatorio de IA. El compromiso es financiar a la UGR para que dote personal científico para este fin. También vamos a financiar programas de intercambio científico y tecnológico entre ambos países, tanto de estudiantes de Emiratos que vengan a España como de españoles que vayan allí. Otro paso importante es crear la escuela de verano o la facultad de excelencia una vez al año, en la que todos los asesores de altísimo nivel que tiene Adia Lab, entre los que se encuentran premios Nobel, puedan venir a Granada una o dos semanas al año y hacer un congreso internacional para transmitir las investigaciones al entorno académico y al sector empresarial. Es formación de altísimo nivel para los profesionales del futuro. Al ser un centro europeo, vendrán estudiantes de todo el continente. Hay que recordar que la sede la querían ciudades como Londres o París. El ecosistema que se puede afianzar en Granada es único, además hay una vinculación cultural e histórica entre ambos países. La tercera parte se va a dedicar al sector empresarial. Las investigaciones no sirven para nada si no hay casos de uso y datos reales.

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—La IA esconde ciertos peligros y España es referente en la protección contra los riesgos de la IA...

—Esto no es futuro, es presente. Se ha democratizado el acceso a la IA, pero a veces no es fiable, te miente, sesga y discrimina. El desarrollo de una tecnología humanista ha sido uno de los sellos diferenciales de este Gobierno. Hace dos años preparamos la carta de derechos digitales, que ha inspirado a la declaración de derechos y principios europea, en la OCDE conseguimos firmar una declaración para crear los principios antes de dos años, este mes en República Dominicana se firma la carta iberoamericana de derechos digitales, y todo a partir del trabajo de España. Se está convirtiendo en referente internacional de defender los límites de la IA desde un punto de vista técnico pero, sobre todo, ético y moral. El trabajo que estamos haciendo en este campo se ve también en este acuerdo.

—Esa relación entre tecnología, ética y derecho es algo nuevo

—Estamos a caballo entre dos grandes revoluciones. Cuando se inventó la máquina de vapor nadie cuestionaba cómo es el ser humano con la máquina, ni cuando llegó la electricidad se cuestionó cómo es el ser humano con la electricidad. Ahora llega la IA y nos preguntamos cómo es el ser humano, qué nos va a diferenciar de las máquinas. Una tecnología puede parecer que piensa y emular lo que siente o lo que dice un ser humano y se empieza a cuestionar cuál es la relación del ser humano con la tecnología y cuáles son los aspectos que los diferencian. Cuando el ser humano no se puede definir a sí mismo como la especie más inteligente del planeta porque hay un algoritmo que lee y comprende mejor que él, tenemos que repensarnos qué es el ser humano dentro del mundo digital. Es una reflexión filosófica y existencial. Es lo que tenemos que preservar. El ser humano utiliza la tecnología para aumentarlo a él, pero él no está al servicio de la tecnología.

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Artigas, en el Cuarto Real. RAMÓN L. PÉREZ

—Hay quien la compara con la revolución industrial

—Es muchísimo mayor. La revolución industrial afectó a los procesos y la técnica. Ésta afecta al pensamiento, a la posibilidad de delegar en una máquina la toma de decisiones. Es mucho más impactante. Por eso nos estamos encontrando tan perdidos. Somos una generación de transición a caballo entre un mundo industrial que ya no funciona, que ya no existe, y cuyos parámetros económicos y productivos están obsoletos, y un nuevo mundo que aún está por diseñar. Como somos esa generación de transición entre dos revoluciones, tenemos un deber muy importante de cara a las siguientes. Tenemos que resolver dos problemas muy importantes de la humanidad. Uno es el cambio climático: si no revertimos el impacto dañino que hemos hecho al planeta, no estaremos aquí, y no hay 'planeta b'. De la misma manera, tenemos una gran responsabilidad que es resolver de una vez por todas los dilemas éticos vinculados al desarrollo de las tecnologías. O fijamos los límites éticos, o los daños irreversibles que se puedan generar a las personas va a ser muy difícil revertirlos. En España nos estamos anticipando dos años a la entrada en vigor de la ley.

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Agencia de IA

«Los aspectos que han tenido en cuenta no solamente son técnicos o científicos, sino otros como disponer de un aeropuerto internacional, con una agencia que va a tener que estar muy vinculada a Bruselas»

Carme Artigas

Secretaria de Estado de Digitalización e IA

—Ha mencionado a la UGR como referente en esa relación entre tecnología y ética. Y, sin embargo, hemos perdido la agencia de supervisión de la inteligencia artificial. ¿Cómo se le explica al ciudadano?

—La decisión de la agencia es una decisión soberana que toma una comisión de evaluación básicamente liderada por el Ministerio de Política Territorial. El objetivo era, en lugar de lo que han hecho toda la vida todos los gobiernos de que todas las agencias españolas estén en Madrid, dar la oportunidad de que otras ciudades puedan proponerse como agencia. Granada presentó una gran candidatura, como hizo Alicante, como hizo La Coruña, como hicieron quince ciudades. Si hay quince, solo puede ganar una, y hay catorce que se van a sentir decepcionadas. Los aspectos que han tenido en cuenta no solamente son técnicos o científicos, sino otros como disponer de un aeropuerto internacional, con una agencia que va a tener que estar muy vinculada a Bruselas. Pueden ser elementos que han hecho que se desempatara. No hemos estado participando en esa decisión. En cualquier caso, yo siempre dije que lo de menos es haber perdido esta oportunidad. El ecosistema es tan potente que, después de esta oportunidad va a haber veinte más, y un ejemplo es lo que vemos hoy, con una inversión muy parecida, cinco millones de euros, el impacto económico de esta inversión es muchísimo mayor que el que hubiera tenido la agencia, que no deja de ser una entidad administrativa. Aquí hablamos de una inversión que vincula a un fondo soberano con capacidad de inversión y limitada con creación de conocimiento científico y tecnológico y transferencia a la industria. No me sentiría decepcionado. Entiendo la parte emocional, pero desde un punto de vista racional, Granada tiene un ecosistema potentísimo que se pone en valor con proyectos como este.

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—El Gobierno siempre ha defendido que fue un proceso «objetivo y transparente». Sin embargo, no hay una tabla de puntuaciones. ¿Se pueden poner esos dos adjetivos?

—El proceso fue transparente, consensuado en un comité de evaluación liderado por Política Territorial donde había varios ministerios. Yo no estaba allí y no sé los criterios de decisión, pero evidentemente todo el mundo tiene derecho a exigir transparencia si piensa que ese proceso no lo ha sido. Estamos muy tranquilos de la transparencia del proceso y de que los criterios fueron objetivos y medidos. Entiendo que cuando se pida explicar cuáles fueron las razones se va a exponer sin ningún problema.

—¿Qué plazos manejan para que entre en funcionamiento el centro?

—Estamos firmando el pacto, el protocolo de adhesión. Pensamos que antes de julio se habrá podido cerrar la alianza con la UGR para iniciar la primera de investigación de las cinco y podremos derivar la financiación necesaria para que la UGR disponga de las capacidades para poder abordar este compromiso. En paralelo, el Ayuntamiento se ha comprometido a dotar la sede, que requiere una remodelación. Mientras trabajaremos la escuela de verano, la formación de personal cualificado y todos los temas para articular los espacios de datos industriales en el entorno de Granada y la provincia. Esperamos que a final de año estén activados todos los mecanismos y que la primera escuela de verano sea en 2024.

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«La cantidad de financiación que se está dando a Granada como ciudad es equivalente a lo que cualquier comunidad autónoma hubiera tenido hace cuatro años»

Carme Artigas

Secretaria de Estado de Digitalización e IA

—¿La llegada de este centro es algo finalista, tras la negativa a la agencia, o es oportunidad para que lleguen nuevos proyectos?

—Es un gran incentivo para que venga mucha inversión internacional, no toda la inversión puede venir del ámbito público, que tiene una capacidad única gracias a los fondos Next Generation que no ha tenido nunca. La cantidad de financiación que se está dando a Granada como ciudad es equivalente a lo que cualquier comunidad autónoma hubiera tenido hace cuatro años. El talento llama al talento, la inversión llama a la inversión, y poner el centro Europeo en Granada es ponerla en el mapa, en el centro de atracción de talento, inversión y emprendimiento internacional, y todo lo que son las sinergias van a venir muy pronto del sector privado. Adia Lab es propiedad del fondo soberano más grande que existe en el mundo y la oportunidad de estar en Granada le da también muchísima atracción para poder invertir en varios sectores. Es una apuesta única, que pone en valor a España como centro de atracción de inversiones.

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