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La envergadura que la pandemia está cogiendo en Granada ha provocado que las autoridades sanitarias estén teniendo que derivar pacientes con COVID-19 al antiguo Clínico o a la privada. Y, tal y como señalan familiares, profesionales y sindicatos, también se están trasladando al ... hospital de Traumatología –donde ya se han ingresado a 20 infectados– y al Materno Infantil.
En este segundo caso, la convivencia que hay en un mismo edificio de estos pacientes infectados con niños neonatos, con problemas respiratorios o con las defensas bajas por los tratamiento oncológicos, entre otros casos, ha provocado que las familias hayan enviado un escrito al hospital para rechazar estos traslados y pedir mayor protecciones para sus hijos. «Nos estamos jugando que nuestros niños mueran. Están ingresando a contagiados en un hospital con niños oncológicos, con problemas respiratorios y otras patologías graves y, si se contagian, pueden tener un pronóstico terrible», señala Elisabeth, una madre.
Según explican los padres y parte del personal, el pasado domingo por la noche trasladaron a cerca de una treintena de pacientes con coronavirus a la primera planta del Materno Infantil. En ese área no hay ninguna otra persona ingresada, pero el mismo personal es el que atiende tanto a los contagiados como a los niños y a las mujeres ingresadas. Por ello, los padres temen que, sin quererlo, estos profesionales puedan contagiare y, a su vez, infectar a sus hijos. «Sabemos que están intentando liberar los hospitales, y lo vemos lógico que manden aquí pacientes, pero que lo haga con pacientes que tienen otras enfermedades que no sean contagiosas», señala Elisabeth.
Lo mismo explica un padre que prefiere no dar su nombre, que afirma que, incluso, han ingresado a menores sospechosos de coronavirus en habitaciones situadas a escasos metros de su hijo sin más protección especial que un biombo de tela. «A los profesionales no les dan los materiales suficientes par a protegerse y eso les deja expuesto a ellos y a nuestros hijos. Y a los padres eso nos da un terror horrible», afirma. «Nos sentimos desprotegidos y desamparados. No nos permiten llevar guantes y mascarillas en todo momento y nos hacen tener que atender a los niños después de tratar con los pacientes de coronavirus, con el miedo que nos provoca por si les contagiamos», cuenta una trabajadora del centro que prefiere no identificarse ante el temor de que pueda traerle consecuencias.
Desde Salud aseguran, por su parte, que estos pacientes con COVID-19 están aislados del resto del hospital y el personal que les atiende no es el mismo que el que trata a los niños ingresados en el centro. Y añaden: «Los equipos de protección son los adecuados, igual que en el resto del hospital».
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