Solidaridad con Marruecos

La iniciativa de una familia de Granada para ayudar a los damnificados por el terremoto

Cuenta que en Tetuán, a 600 kilómetros de la zona donde más daños ha causado el temblor de tierra, también se sintió. «Estábamos en un piso en una sexta planta y se movió bastante -relata-, aunque nada comparado con lo vivido en Marrakech». La situación de caos y las imágenes que ha podido ver, junto al relato de amigos que han vivido el terremoto en primera persona, le han hecho tomar la iniciativa y programar un viaje a Marrakech para ayudar.

Tiene previsto viajar el próximo miércoles 13 de septiembre desde Málaga en avión junto a su pareja, mientras que sus padres se desplazarán en coche desde Tetuán hasta Marrakech, «un viaje largo de unas ocho horas», señala Yasmina. Van en busca de amigos y ciudadanos a los que aún no conocen a ofrecer su ayuda.

Yasmina ha lanzado mensajes en redes para captar toda la colaboración que sea posible. Su idea era poder recibir aquí comida, ropa o medicamentos para trasladar, pero no cuenta con la logística de una organización para llevarlo a cabo, así que propone donaciones a través de Bizum para comprar directamente en Marruecos todos estos elementos de primera necesidad. «Aportaré fotos, vídeos, tickets y todo lo que haga falta para justificar que todo el dinero que reciba va a ir destinado a comprar todo esto», apunta la granadina.

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La joven de 26 años, su novio Álex y sus padres tienen previsto estar cuatro días en Marrakech. Allí buscarán a gente a la que poder ayudar, «sobre todo a los más vulnerables, como ancianos y niños», especifica. Señala que le están llegando muchos mensajes de apoyo, por eso quiere dar un paso más y desplazarse hasta el lugar de los hechos para ayudar en persona.

La mejor amiga de su madre regenta un hotel en Marrakech y les ha contado que su negocio ha sufrido pocos desperfectos porque «es una buena construcción», sin embargo, algunas partes de la ciudad y zonas rurales de los alrededores «están hechas una ruina». Entiende que es el momento de ofrecer toda la colaboración posible, ya sea a través de grandes organizaciones humanitarias o de pequeñas iniciativas particulares como esta.