ÁNGELA MORÁN
Granada
Sábado, 13 de julio 2019, 02:34
A principios de este mes, el Ayuntamiento inició una campaña de inspección de los llamados vaporizadores, nebulizadores o microclimas. Estos aparatos son muy utilizados por bares y restaurantes en verano ya que al expulsar agua pulvorizada permiten a los consumidores sentarse en las terrazas, incluso, ... con altas temperaturas.
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El uso de estos sistemas de refrigeración ha proliferado de tal forma que, ahora, es difícil encontrar un bar en Granada que no disponga de estos aparatos. El problema viene cuando estos mecanismos no son vigilados periódicamente ya que, en condiciones concretas, pueden desarrollar Legionella. Esta bacteria es capaz de sobrevivir en un amplio intervalo de condiciones físico-químicas y se multiplica en temperaturas que oscilan entre los 20 y los 50 grados. Los nebulizadores mal diseñados, sin mantenimiento o con un cuidado inadecuado, favorecen el estancamiento del agua y la acumulación de productos nutrientes de la bacteria, como lodos, materia orgánica, materias de corrosión y amebas, formando una biocapa. Al juntar esta biocapa con unas temperaturas propicias aparece la Legionella pudiendo afectar a la salud de las personas.
En estos vaporizadores de agua, la bacteria se lanzaría al exterior por los aerosoles que contienen y las gotas de agua infectadas con labacteria pueden permanecer suspendidas en el aire y penetrar por inhalación en el aparato respiratorio.
Por esto, de manera preventiva, los dueños de cada establecimiento deberán limpiar, desinfectar o esterilizar mediante vapor de agua, u otros métodos de análoga eficacia los nebulizadores antes de cada uso –siempre siguiendo las instrucciones del fabricante del equipo–. En el caso de equipos que no puedan ser esterilizados por los métodos anteriores, se llevará a cabo un tratamiento con desinfectantes químicos de alto nivel que posean el ertificado europeo. Posteriormente a los tratamientos de desinfección, se realizará un aclarado con agua estéril conforme indican las guías de Evaluación del Riesgo para cada tipo de instalación que se desarrollan en las Guías del Ministerio de Sanidad y Consumo.
Asimismo, se debe llevar a cabo un mantenimiento específico para cada tipo de instalación y se deberán recoger muestras y analizarlas en laboratorios homologados.
La inspección sanitaria revisará la documentación de las empresas, los registros, el programa de mantenimiento y en caso de que lo considere necesario, las instalaciones. Comprobarán que los propietarios de los establecimientos cumplen con la aplicación de las medidas preventivas recogidas por la ley realizando toma de muestras. Asimismo, se tendrá en cuenta el número y estado de salud de las personas potencialmente expuestas. En caso necesario, se dictarán las medidas para prevenir o minimizar el riesgo detectado así como la corrección de defectos estructurales, de mal funcionamiento o de mantenimiento defectuoso de las instalaciones por parte del responsable de éstas.
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De esta manera, si del resultado de estas inspecciones se concluye que existe riesgo para la salud pública, las autoridades sanitarias podrán decidir la clausura temporal o definitiva de la instalación llegando, incluso, a poder cerrar el local.
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