Un instituto que busca los mecanismo que producen las enfermedades

El Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra es uno de los cinco centros granadinos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Gestiona de media unos dos millones de euros al año en proyectos y cuenta con 125 trabajadores de varios perfiles. 26 investigadores principales -los que diseñan y dirigen proyectos y buscan personal y dinero-, doctores, predoctores, personal de apoyo, de administración y de mantenimiento.

Fuencisla Matesanz, su directora desde el pasado mes de mayo, explica las labores que centran la actividad del instituto. «Buscamos el mecanismo que produce la enfermedad y nuevas terapias para combatirlas. Lo enfocamos a través de la biología molecular, la biología celular y la inmunología», detalla. Así, abarcan enfermedades parasitarias como la malaria o la leishmaniasis, enfermedades víricas o autoinmunes, entre otras. «Se está trabajando en muchos proyectos variados, como esclerosis múltiple, artritis reumatoide, cáncer o covid», añade.

El instituto es referente a nivel nacional, no por volumen, ya que otros centros poseen bastantes más recursos, pero sí en investigación. «A nivel de proyectos y publicaciones estamos entre los más destacados de España», asegura su directora. Si hay algo que echa en falta es más financiación y mejores contratos para los investigadores, que sufren la continua temporalidad. «No estamos pasando por estrecheces en cuanto a dinero, pero no llegamos al máximo de nuestro potencial. Sobre todo estamos cortos en personal», concluye.

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