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En los tiempos del poliamor, el concepto bigamia, estar oficialmente casado con dos mujeres (o dos hombres) al mismo tiempo, suena decimonónico, a pasado. Pues ... no. Es un delito que el Código Penal español castiga con hasta un año de cárcel. Y está plenamente vigente.
De hecho, un vecino de Granada ha sido denunciado por, supuestamente, tener dos esposas durante algo más de dos años, según han informado a IDEAL fuentes conocedoras del caso.
Al parecer, el embrollo salió a la luz cuando el investigado acudió al Registro Civil para llevar a cabo un trámite relacionado con su matrimonio, bueno, con uno de sus matrimonios para ser precisos. Presuntamente, el varón en cuestión, oriundo de un país extranjero, alegó que en una de las bodas había tenido lugar en su tierra, donde la bigamia no está perseguida. Al contrario, aseguró que allí es una práctica normal.
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Sea como fuere lo cierto es que, estando ya en Granada, celebró, siempre supuestamente, un segundo enlace con una española. Después de un par de años, el hombre se divorció de una de sus dos parejas. Es decir, que, durante ese periodo de tiempo, el hombre tuvo dos cónyuges, una conducta que ley considera delictiva. Así lo establece el artículo 217 del Código Penal: «El que contrajere segundo o ulterior matrimonio, a sabiendas de que subsiste legalmente el anterior, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año», detalla el citado texto en qué consiste la infracción.
En este sentido, cobra especial importancia la expresión 'a sabiendas', o sea, que el sospechoso fuera perfectamente consciente de que estaba incurriendo en una ilegalidad al estar casado con dos mujeres al mismo tiempo.
Asimismo, las uniones deben haber sido formalizadas ante la administración para que puedan ser consideradas ilícitas. La convivencia 'sin papeles', como se dice popularmente, no podría ser catalogada como bigamia a efectos de la legislación vigente.
Es relativamente habitual que este delito aparezca vinculado a los llamados matrimonios de conveniencia, uniones pactadas mediante las cuales personas extrajeras consiguen un permiso de residencia permanente al casarse con ciudadanas o ciudadanos españoles.
No ha trascendido si en el caso denunciado ahora en Granada respondía a un intento de fraude de esas características.
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