Universidad de Granada
El jefazo del Espacio V Centenario de la UniversidadUniversidad de Granada
El jefazo del Espacio V Centenario de la Universidad«Ven, acompáñame». José Luis no tiene problema alguno en dejar su sillón en la conserjería y acompañar hasta la puerta a todos los estudiantes que le preguntan dónde esta tal o cual servicio de la constelación que compone el Espacio V Centenario de la ... Universidad de Granada. De hecho, le encanta. «Es un tipo la mar de servicial, encantador, educado»; repite todo aquel que pregunta por José Luis.
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Por ejemplo, su compañera en la conserjería, Victoria, que trabaja en la la garita de enfrente a la de José Luis como auxiliar de servicios. «A mí me salvó la vida cuando llegué, porque conoce a todo el mundo y te hace el trabajo mucho más sencillo». No es lo único por lo que destaca José Luis. «También sabe dónde está todo. Por ejemplo, a veces llega una carta y él es el único que sabe dónde está exactamente el despacho al que hay que llevarla». En efecto, José Luis, es el único que conoce todos los recovecos del magno edificio
José Luis tiene un tercer superpoder. «Es encantador. Saluda a todo el mundo y, claro está, todo el mundo le devuelve el saludo». De esta forma, todo aquél que cruza el vestíbulo de la antigua Facultad de Medicina se encuentra de buenas a primeras bien con la sonrisa bien con el saludo de José Luis.
Este granadino de Íllora, que ya cuenta con 36 años de edad, cuyo nombre completo es José Luis García Martín, actualmente vive en la ciudad de Granada con su familia y pertenece a Granadown, la Asociación Síndrome de Down de Granada. Se incorporó a trabajar en el Servicio de Asistencia Estudiantil en los locales que antes de trasladarse al Espacio V Centenario tenían junto a los Comedores Universitarios, en Fuentenueva. No fue hasta verano del año pasado 2023 cuando se mudaron.
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«Las mudanzas es lo que tienen, que hay que llevarse encima todos los cachivaches», explica el trabajador de la Universidad de Granada Antonio Ramírez, que también pertenece al Servicio de Asistencia Estudiantil del Vicerrectorado de Estudiantes. «José Luis, por supuesto, también participó en las maniobras del traslado y no se olvidó de traerse el rótulo con su nombre y con su cargo»; explica Antonio Ramírez.
Estos rótulos llegaron a todos los trabajadores de la Universidad de Granada hace como tres décadas, «así que cuando José Luis llegó al Servicio de Asistencia Estudiantil nos pareció una buena idea personalizárselo con su nombre completo y su cargo».
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–El cargo de… Jefazo.
–Sí, el cargo de Jefazo, es el que le corresponde a José Luis.
El horario de trabajo de José Luis se extiende de lunes a viernes de nueve a dos de la tarde. Sus funciones están muy bien delimitadas. Él mismo explica que reparte el correo, destruye documentos, se encarga de cerrar las ventanas para que no se escape el calor de la calefacción y atiende a todas las preguntas de los usuarios. También tiene sus preferencias. «Lo que más me gusta es conocer a gente y hablar con la gente». Y lo que más desea también lo tiene claro: «Lo que quiero es ser funcionario», explica, responsable de su futuro.
Aparecen ahora dos compañeras, Isabel y Rosario, trabajadoras del Secretariado de Representación y Participación y del Centro Mediterráneo, respectivamente. Confirman el perfil que han compartido sus compañeros. «Es muy amable, siempre nos paramos a hablar con él porque es muy cariñoso».
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Pero es que José Luis se lo curra. «Si no nos ve entrar, viene cada mañana y nos da los buenos días». «Y nos trae bombones cuando es nuestro cumpleaños.». Su amor por este trabajo es proverbial. «No le gustan los fines de semana, porque no viene aquí, y se va enfurruñado en verano cuando tiene que irse de vacaciones», y José Luis les escucha y asiente con su cabeza.
Se van Isabel y Rosario, pero aparece Chari, otra compañera de trabajo. Se dan un abrazo largo. Envidiable. «Es una persona humana, sencilla y noble. Son muchas las horas que estoy con él y lo trato mucho. Pero no le regalo los oídos. Si mete la pata, se lo digo para que aprenda».
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Ahora José Luis se hace como el despistado. Ha aparecido José Alberto. Es su preparador laboral, que, contratado por Granadown, hace el seguimiento de José Luis en su puesto de trabajo y elabora los pertinentes informes. «José Luis se ha adaptado de maravilla y está muy bien. Le gusta su trabajo», confirma.
Chari, de repente, le grita de garita a garita:
–¡José Luis, vamos a echar un whisky!!
–Vamoooooossssssss, responde José Luis
Y José Luis y Chari dejan sus garitas y se pierden tan campantes por los inmensos pasillos del Espacio V Centenario en dirección a la máquina de agua fresquita.
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