Edición

Borrar
Joseline, con los médicos y la máquina de hemodiálisis. J. E. C.
Joseline, la embarazada de la hemodiálisis

Caso excepcional en Granada

Joseline, la embarazada de la hemodiálisis

La mujer de 31 años tiene que dializarse todos los días para que nazca el pequeño Elvis. Sanitarios y pacientes del Hospital Clínico San Cecilio se han volcado con ella

Sábado, 10 de febrero 2024, 00:29

En la planta de hemodiálisis todos quieren a Elvis, y eso que todavía no ha nacido. Joseline está embarazada de 30 semanas y viene aquí, a la primera planta del Hospital Clínico San Cecilio, cada día. Sin excepción. Sus riñones no funcionan y necesita conectar su cuerpo a una máquina, una suerte de ancla, de cordón umbilical que la mantiene a ella y al bebé con vida. Joseline tiene 31 años, está muy delgada, le duele una pierna por la osteoporosis y el cuerpo está cubierto de pequeñas heridas provocadas por la enfermedad. Pero, cuando entra en la sala, saluda sonriente y camina fuerte. «Es el poder de las madres –dice–, hacer lo que sea para ver bien a sus hijos».

Joseline Pineda Castellano es de Honduras y tiene dos hijas: Daniela y Geisel, de 14 y 9 años. A raíz de su segundo embarazo, desarrolló preeclampsia, una enfermedad hipertensiva muy grave que le provocó una insuficiencia renal. Un año después de nacer Geisel, Joseline empezó a dializarse en una clínica de Honduras, donde conoció a Yemsi. «Tiene 21 años y lleva cuatro en diálisis... Nos hicimos amigas. Y ella fue la que se vino a vivir a Granada». Joseline, consciente de que en su país «no tenía salida alguna», siguió el consejo de Yemsi y el 10 de junio de 2022 aterrizó con su marido y sus hijas en España, con destino a Ogíjares. «En mi país todo está mal, muy mal. Allí la opción del trasplante no existe. Y aquí... confío en que sí».

Joseline, en el centro, con su familia.

En hemodiálisis hay un pequeño y silencioso hogar. Al verse tan a menudo y durante tantas horas, los pacientes se transforman en familiares lejanos y nada ni nadie le es ajeno al otro. La cuna, el carricoche, ropita... Joseline recibe sorpresas casi a diario. Porque aquí todos están pendientes de las contracciones, de lo que necesita la madre y de que Elvis, el bebé que es un poco de todos, nazca sano.

«Al principio era difícil»

Todas las mañanas, una ambulancia recoge a Joseline en su casa, en Ogíjares, y la lleva al Clínico. «Al principio era difícil, uf, venir todos los días es muy cansado. Antes del embarazo solo venía tres veces por semana». Es muy infrecuente ver una embarazada en diálisis y, más aún, un caso como el de Joseline, con tantas complicaciones. Ana Delgado, nefróloga, la acompaña desde el primer minuto. «La enfermedad renal hace que se acumulen sustancias tóxicas. Además, como ella no orina, todo lo limpiamos con la máquina», explica. «Por eso –añade– intensificamos la diálisis, para hacer menos tóxico el entorno donde crece el bebé: cuanto más limpia esté la sangre, mejor va a crecer».

Y aquí es donde el sistema sanitario andaluz se remanga. En teoría, la sala de diálisis funciona una serie de días a la semana. No todos. A no ser, claro, que una vida corra peligro. «Es un esfuerzo, sí, pero lo hacemos con todo el gusto del mundo», subraya Eduardo Ávila, supervisor de enfermería. «Gracias a Dios, podemos organizarnos para hacer el trabajo».

Lola Prados, jefa del servicio de Nefrología, asiente orgullosa y aplaude a su equipo. «El objetivo era que Joseline llegara a término en las mejores condiciones. Desde que vino, ha tenido diálisis personalizada, para que saliera adelante. Y eso es lo que deseamos todos –abre los brazos e incluye en el gesto a sanitarios y pacientes–, que salga todo bien. Elvis es el bebé de hemodiálisis».

Joseline tiene heridas por brazos y piernas. J. E. C.

Si un embarazo cualquiera está respaldado por un equipo multidisciplinar, imaginen el de Joseline: nefrólogos, enfermeros, endocrinos, hematólogos, médico de cabecera, matrona y, claro, ginecólogos. «Una mujer con insuficiencia renal tiene muchos más factores de riesgo en un embarazo, para ella y para el bebé», explica Otilia González, especialista en ginecología y obstetricia. «Estamos cuidando el embarazo para que progrese, pero muy seguramente no podrá llegar a la semana 40. Intentaremos que el bebé llegue a un tamaño que se pueda considerar maduro, aunque sea pretérmino. Si no ampliaríamos las complicaciones. Pensad que Joseline está sobrecargada, su organismo no puede con todo. Sería condenarla. Y, en cuanto nazca, a pensar en el trasplante».

Una petición de ayuda

Tras el parto, Joseline volverá a dializarse tres días por semana, con la esperanza de conseguir pronto un órgano nuevo. «Es joven y está fuerte –afirma Ana Delgado, mientras le acaricia la mano a Joseline–. Trasplantar es la puerta de salida de la diálisis. Esa es la ruta».

¿Cómo está, Joseline?

–Ahora mismo me siento nerviosa por lo que viene. Y por mi casa.

¿Su casa?

–Estamos regular. En esta situación, el único que puede trabajar en casa es mi marido, Elvis. Y necesitamos ayuda. Vamos a perder la vivienda y no tenemos dónde irnos. Para rentar un piso necesitas mucho papeleo, trámites, nóminas de pago... y mi marido trabaja a lo negro, como dicen aquí, por 30 euros diarios. No podemos rentar. Ojalá alguien leyera esto y nos pudiera ayudar de alguna manera. Eso es lo que me hierve la cabeza. Eso es en lo que pienso, en mis hijas y en la criatura que viene. En que tengan una casa. En que podamos vivir y trabajar.

«Necesitamos ayuda. Vamos a perder la vivienda y no tenemos dónde irnos»

Con el cuerpo –y el alma– enganchado a la máquina de diálisis, Joseline busca una foto de su familia en el móvil y la muestra a los médicos. Pese a las mascarillas, la sonrisa asoma por los ojos y se contagia al momento. «Es una alegría –termina Joseline, que busca el sol de la ventana con los dedos de la mano–. Ana, Eduardo, Lola, Otilia y toda la gente de la planta... me siento muy bien cuidada, siempre pendientes de mí. De nosotros. Gracias. Gracias. Gracias».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal Joseline, la embarazada de la hemodiálisis