El joven que mató a puñetazos a un vecino en Granada acepta seis años y medio de cárcel

La mujer ayudó a su cónyuge para que se incorporase e intentaron irse a su casa. No lo lograron. El acusado tomó impulso y propinó a la víctima un golpe salvaje en la cara. El perjudicado volvió a desplomarse. Su cabeza chocó contra el suelo y quedó inconsciente. «Así se da un KO directo», se jactó el atacante.

Unas horas después, el agredido falleció en el Hospital de Neurotraumatología de Granada, a donde había sido trasladado con toda urgencia para recibir atención médica.

El autor del homicidio fue detenido tras presentarse en dependencias policiales de la capital y estaba encarcelado desde que ocurrió el suceso.

Esta mañana del 3 de junio salió del presidio para someterse al juicio, pero la vista oral no llegó a celebrarse. Las partes llegaron a un acuerdo de conformidad y el tribunal popular no tuvo que actuar. El encausado reconoció su culpabilidad y aceptó un pena de seis años y medio de cárcel por un delito de homicidio, y el pago a los herederos de la víctima de una indemnización de 35.000 euros, una cantidad que ya había satisfecho.

Según el relato de los hechos elaborado por el ministerio público, tras un primer altercado, el procesado tomó carrerilla y dirigiéndose velozmente hacia el perjudicado le propinó un brutal puñetazo en la cara.

El agredido quedó inconsciente y se golpeó en la cabeza contra el suelo al desplomarse. «Así se da un KO directo», dijo el homicida. La víctima falleció horas después en el Hospital de Neurotraumatología de Granada.

En un principio, la fiscalía reclamaba para el investigado trece años de cárcel.

En el banquillo de los acusados también se sentó un segundo individuo al que la fiscalía imputaba la presunta comisión de un delito leve de lesiones, pero fue absuelto.

Al ser fruto de un pacto entre los litigantes, la sentencia ya es firme, es decir, que no puede ser recurrida ante ninguna estancia judicial superior.

Se da la circunstancia de que el adolescente que se vio implicado en la pelea y el ahora condenado se entregaron en una comisaría para confesar su presunta participación en la agresión en la letal agresión.

El chico fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores y el adulto, un joven que tenía 31 años en aquel momento, fue conducido al penal de Albolote.

La esposa del fallecido fue testigo de la paliza que le costó la vida a su esposo. «(...) Fue agredido por los acusados, siendo golpeado por ellos en diversas partes del cuerpo, cayendo al suelo y siendo auxiliado por su mujer, la cual había salido de su domicilio alertada por los ruidos de la agresión y la solicitud de auxilio de su marido. Tras reincorporarse con la ayuda de (ella), y cuando trataban de abandonar el lugar dirigiéndose a su domicilio, el acusado tomo carrerilla y se dirigió velozmente hacía (la víctima) a la que golpeó fuertemente en la cara con un puñetazo, impacto que le hizo caer a plomo e inconsciente al suelo, golpeándose con la parte posterior de la cabeza en el suelo».