Juana Rivas: «He pagado bastante la parte de error que yo pudiera tener»

El programa El Objetivo de La Sexta emitió la noche de este miércoles una entrevista a Juana Rivas de la periodista Ana Pastor grabada en Granada. El encuentro se produjo hace unos días durante una salida del centro penitenciario en el que cumple condena por sustracción de menores, salidas que le permite su nueva situación tras el indulto parcial que le ha concedido el Gobierno. «Estoy allí de lunes a domingo y salgo martes y miércoles durante el día para trabajar. Vuelvo a dormir el miércoles por la noche», explica al inicio de la entrevista Juana Rivas, quien añade que cree que «he pagado bastante la parte de error que yo pudiera tener«. »Llevo casi cinco años sin mis hijos», dice antes de romper a llorar.

Rivas insiste es que su caso es un «error». «En el siglo XXI todavía es un error, pero estoy segura de que mis nietos, los hijos de mis hijos, Gabriel y Daniel, se van a poner en su día las manos en la cabeza diciendo cómo es posible que a la abuela la condenaran por protegeros. Es un delito, sí, pero yo solo estaba protegiendo a mis hijos», señala. «Yo ponía por encima que, a nivel legal, el mayor derecho y la mayor obligación de una madre es proteger a sus hijos», asegura.

Cuestionada por el tiempo que estuvo escondida con sus vástagos mientras la justicia le reclamaba que los entregara para ser llevados con su padre a Italia, Juana Rivas ha detallado que «esos días para mis hijos fueron unas vacaciones». Ella, en cambio, vivió «días de muchas tensión y mucho dolor, aunque estuve muy bien acompañada y muy bien cuidada«. »Estábamos a gusto pero yo lo estaba pasando mal. No estaba aislada en un zulo con mis hijos aterrorizados», comenta Rivas, que asegura que estaban en una casa con piscina.

Fueron sus abogados quienes le comunicaron que tenía que entregar a los niños porque los recursos legales se habían agotado. «Cuando ya no se pudo más a nivel legal, mis abogados me dijeron: 'Juana, ya pierdes la patria potestad'. Me costó mucho dar el paso y fue horrible», indica en la entrevista.

Ese paso, entregar a sus dos hijos a la Guardia Civil, «es un trauma que aún tengo que superar». «Fuimos al tribunal con la esperanza de que nos escucharan todavía. Para una madre es increíble. Fue muy duro», insiste, mientras recuerda que «la Juana de aquel día no sabía todavía lo que iba a ocurrir», en referencia a que acabaría más adelante condenada y en un centro penitenciario. Al mismo tiempo, aclara que fueron las responsables del Centro de la Mujer de Maracena quienes le pidieron que entregase a los niños.

Sobre su relación con sus hijos una vez que hubo de entregarlos a su padre y se marcharon a Italia, Juana Rivas dice que «es muy difícil y muy frío, porque siempre tienen miedo. Mi hijo Gabriel (el mayor de ambos, de 15 años) desconfía del teléfono, teme que lo esté grabando (su padre). Ahora mismo él (Franceso Arcuri) está fingiendo un poquito. No siempre quita el teléfono a Gabriel. Solo algunos martes y miércoles, casualmente cuando yo salgo del centro penitenciario. Con Daniel (el menor, de 7 años) no he podido hablar. La última vez llamé al móvil del padre y me colgó», relata.

En cuanto al hecho de que a día de hoy no se haya podido demostrar los malos tratos a los niños de que acusa a su expareja, la madre granadina responde: «No hay condena (al padre) a día de hoy, pero yo he puesto a disposición de la Guardia Civil fotografías y los relatos de mis hijos. Los veía llenos de golpes, contándome ellos cómo les habían ocurrido aquellos golpes. Yo denunciaba todo lo que estaba pasando y nadie nos escuchaba. Se me caía el cielo encima al ver que no los protegía si no lo denunciaba. ¿Qué haría cualquier madre si se encuentra esa situación una y otra vez? Es una pesadilla».

Y continúa: «En Italia el proceso que hay es civil, nunca han querido entrar en lo penal. A mí me costaba mucho entenderlo. Y a mis hijos, más todavía. En el momento que llegábamos a la violencia, me interrumpían. Me decían: 'Aquí no puede hablar de eso porque estoy es civil'. Mi abogada penal nunca ha sido escuchada. Ha aportado escritos intentando abrir una investigación sobre el maltrato y nunca se ha querido entrar en eso. Se está tratando como un tema de custodia normal».

Solo uno de sus hijos, el mayor, conoce su situación actual, que está ingresada en un centro penitenciario. «Solo le he dicho algo a Gabriel. A pesar de que le digo que estoy muy bien en el centro penitenciario, a él le desagrada que su madre esté ahí. Es mayor, va a cumplir 16 años. Se puso muy contento cuando supo lo del indulto parcial: 'mami, te mereces eso y todo', me dijo».

Juana Rivas se mostró agradecida del apoyo que recibió en su momento de muchas personas y reclamó «que nos sigan apoyando». «Estamos sufriendo muchísimo. Necesitamos que nos sigan apoyando. Hay dos niños menores que están sufriendo muchísimo. Estoy segura de que un día nos darán la razón. Lo que me queda de vida, será dedicada a mis hijos.», concluye la entrevista.