Juan Antonio M. G., alias el 'Kiki', el delincuente detenido y encarcelado de forma preventiva hasta que sea juzgado como presunto autor del homicidio del guardia civil de la Zubia José Manuel Arcos, tendrá que abonar una fianza de hasta 500.000 euros ... para hacer frente a las indemnizaciones que se pudieran derivar de los hechos ocurridos el 15 de octubre en Huétor Vega.
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IDEAL ha tenido acceso a un auto dictado por el Juzgado de Instrucción número 5 -el órgano que instruye la causa- en el que el se amplía la fianza de 150.000 euros que se había fijado inicialmente. De este modo, el juez instructor, Josep Sola, atiende la petición realizada por el despacho de abogados que representa a la viuda y a los dos hijos del agente Arcos. Los tres ejercen la acusación particular en el caso y están representados por el bufete jurídico HispaColex, bajo la dirección letrada de Javier López García de la Serrana.
La resolución, fechada el pasado 8 de diciembre, aumenta de este modo la cantidad que habrá de abonar el 'Kiki' para pagar, en caso de condena, las cantidades que fije la sentencia en concepto de responsabilidad civil tanto por el fallecimiento del guardia civil como por los perjuicios causados a la agente en prácticas con la que este patrullaba aquella fatídica madrugada.
La ampliación de la fianza se produce al aplicarse el baremo de indemnizaciones que se utiliza en los accidentes de tráfico. Exactamente, se ha empleado el 'Sistema de Valoración de los daños y perjuicios causados a las personas en accidentes de circulación', que también se usa de forma orientativa para calcular el perjuicio en estos delitos.
Cuando la acusación particular pidió el pasado 14 de noviembre que se ampliara la fianza, apeló a la gravedad de los hechos y recordó que la responsabilidad civil por delito doloso es superior a la del delito imprudente. «De ahí -indicaba el escrito de la acusación particular- que la mujer e hijos del guardia civil fallecido, que igualmente son víctimas de este execrable acto, solicitan que se eleve la fianza por responsabilidad civil a 500.000 euros».
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Y es que, como añadía esta parte en su petición, aunque la vida del agente Arcos «no es valorable ni cuantificable», y aun siendo conscientes de que el autor de los hechos no abonará dicha indemnización por carecer de bienes, no podían permitir que esta fianza -que es distinta de la que se impone para eludir la prisión- se fijase en la «irrisoria» cantidad de 150.000 euros. En este sentido, el escrito resaltaba que esa cifra primera -los 150.000- no era congruente «con el daño y el inmenso dolor causado» a la viuda, Raquel Pérez, y sus hijos, de 23 y 25 años.
El 'Kiki' fue enviado a la cárcel tras su detención horas después del disparo mortal que recibió el agente Arcos, que tenía 47 años y era muy querido y respetado tanto por su talante como por su profesionalidad. La causa se está tramitando como un procedimiento de la Ley del Jurado, por lo que el presunto homicida tendrá que responder de los hechos que se le atribuyen ante un tribunal popular presidido por un magistrado de la Audiencia de Granada. Hasta ocho posibles delitos ha apreciado el juez instructor de forma indiciaria, los mismos que le imputó tanto la acusación particular como la fiscalía el pasado 21 de noviembre, día en que el investigado tuvo que volver a los juzgados de la Caleta para que se le comunicaran los cargos que se atribuyen.
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Los ocho posibles ilícitos que se han apreciado de momento en los hechos son: un homicidio consumado, otro homicidio «voluntario» por haber disparado también supuestamente contra la agente en prácticas que acompañaba a Arcos, dos de robo de vehículo, dos de atentado a agente de la autoridad y dos de tenencia ilícita de armas. Tras su detención, el 'Kiki' se limitó a señalar en el juzgado que aquella noche forcejeó con el agente Arcos y que «en el curso del forcejeo oyó una detonación y salió corriendo». Dijo que no sabía manejar armas y que no era un asesino. La guardia civil encontró un subfusil en una mochila que presuntamente arrojó a una vivienda durante la persecución.
La noche de los hechos, Arcos y otra guardia civil estaban prestando servicio de Seguridad Ciudadana. Su turno era de 22.00 a 06.00 horas. Ambos iban uniformados, en su vehículo oficial y con sus armas reglamentarias. Sobre las 4.00 horas se toparon con el 'Kiki'.
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Según reflejó el juez en el auto en el que apreció indicios de ocho posibles delitos, los agentes circulaban desde la salida de la autovía Ronda Sur hacia la gasolinera BP que está ubicada en la rotonda de acceso a Huétor Vega. Arcos se percató entonces de una «maniobra sospechosa» de un Ford Escort blanco. El coche, que presuntamente había sido robado antes por el investigado, procedía de la carretera de Monachil. La patrulla decidió ir tras él. La persecución acabó a pie y finalmente un disparo, presuntamente efectuado por el investigado, acabó con la vida del agente. El 'Kiki' fue detenido cuando circulaba en otro vehículo también presuntamente robado. Llevaba el arma de Arcos.
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