Manuel C. M., el septuagenario de Caniles que acabó con la vida de su mujer, de 74 años, el 22 de enero de 2020, degollándola con un cuchillo de cocina en la vivienda donde ambos residían, será enjuiciado a partir de este lunes por un jurado popular en la Audiencia de Granada.
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La fiscalía atribuye al acusado, que cuenta ya con 79 años, un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y de género. Solicita que se le impongan 25 años de prisión y diez de libertad vigilada, así como que se le prohíba acercarse al hijo de la fallecida a menos de 200 metros durante una década.
Así consta en el escrito de conclusiones de provisionales del Ministerio Fiscal, al que ha tenido acceso IDEAL. En él, se especifica que el procesado y la víctima, nacida en Guinea Ecuatorial, iniciaron una relación sentimental cuando ambos tenían aproximadamente 30 años. Poco después se casaron y convivieron de manera ininterrumpida durante casi medio siglo.
El hijo de la víctima, que se llamaba Concepción J. B., era fruto de una relación anterior, aunque fue criado por el acusado como si fuera propio. La pareja había vivido en Barcelona, pero tras prejubilarse Manuel comenzaron a pasar temporadas en Caniles, de donde él era oriundo.
Según la fiscalía, en los últimos meses, la convivencia se había deteriorado y ella había expresado a Manuel «sus deseos de poner fin a la relación». Ante ello, el acusado, «incapaz de sopoprtar que su esposa decidiera terminar la relación de manera libre y unilateral», decidió acabar con su vida «como modo de demostrarle su pretendida superioridad como varón».
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El crimen tuvo lugar sobre las 11.00 horas, según la narración del ministerio público, que sostiene que el hombre aprovechó que estaban solos y «con total desprecio a su condición de mujer», bloqueó la salida de la casa con un sillón, «cerró la puerta con llave y encendió la radio poniendo el volumen bastante elevado para asegurar de este modo que su propósito no se viera frustado ante una eventual huida de su espossa o auxilio de terceras personas».
Lo siguiente fue ir a la cocina, coger un palo de madera y golpear a la mujer «de manera súbita y sorpresiva». Ella se quedó semiinconsciente y fue entonces cuando asió un cuchillo y la degolló. Concepción falleció «de manera inmediata». El teléfono contra el maltrato es el 016 y no deja rastro en la factura.
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