La Alpujarra tendrá una carretera más segura y con menos curvas en 2026

La nueva vía parte de la antigua y tomará en paralelo un camino más directo. La Consejería de Fomento lleva a cabo estas obras, que responden a una demanda que nació hace 20 años: que acceder a la Alpujarra fuese una tarea mucho más fácil tanto para vecinos como para visitantes.

Y así será. El primer tramo, que construye bastante trazado nuevo, va desde Tablate hasta la embotelladora de Aguas de Lanjarón. En este trozo se eliminan unas veinte curvas y se reduce el recorrido con un kilómetro y medio menos. Además, tendrá una subida con carril de vehículos lentos para poder sobrepasar a los caminos con garantías.

La dureza del terreno en esta puerta de entrada alpujarreña complicó la obra cuando ya estaba empezada. Por eso, para realizar un modificado, los trabajos han estado parados diez meses. Ya se han retomado y el coste de este tramo ha subido de diez a doce millones de euros.

El segundo tramo irá desde la embotelladora al municipio de Lanjarón. Está en proceso de licitación a una empresa y las obras empezarán en junio.

Ambas fases se harán en paralelo y se espera que la carretera nueva esté terminada en 2026, el primer trozo en marzo y de manera completa, para el verano del año que viene.

La consejera de Fomento, Rocío Díaz, resaltó el esfuerzo realizado para avanzar en esta nueva carretera, que será «estratégica para el porvenir y el desarrollo de la comarca, para dinamizar su economía y para fijar y ganar población». «La Alpujarra tiene un potencial enorme que sólo necesitaba de un acceso más seguro y menos sinuoso por el Cerro de los Cañones para mejorar sus comunicaciones con Granada».

En la reunión mantenida este lunes con alcaldes de la zona, la consejera informó de los últimos avances en las obras del nuevo acceso a la Alpujarra desde la A-348, que consiste en una nueva carretera que será más ancha, contará con menos curvas y tendrá una mejora del firme con al uso de materiales asfálticos sostenibles (Masai), que son más respetuosos con el entorno.

Rocío Díaz indicó que, desde hace un par de semanas, se han retomado las obras del primer tramo. Esta primera fase se halló con dificultades técnicas añadidas derivadas de los servicios afectados y de la compleja orografía que obligó a paralizar la obra cuando estaba al 15% de ejecución.

Apertura de caminos

De esta manera, este primer tramo se ha reanudado con una inversión cercana a los doce millones de euros. Los primeros trabajos han consistido en la retirada de líneas de electricidad, la apertura de caminos y la construcción de muros de hormigón.  

En paralelo, la Consejería de Fomento ha impulsado las obras del segundo tramo, que comprende desde la envasadora hasta el municipio de Lanjarón, con un presupuesto de 7,6 millones de euros y un plazo estimado de ejecución de 12 meses. Tras analizar las 29 ofertas presentadas, Rocío Díaz ha avanzado que desde la semana pasada ya se cuenta con una propuesta de adjudicación que se resolverá en cuestión de semanas.

El nuevo acceso a la Alpujarra, que está financiado por los Feader, pretende revertir la situación de una vía por la que circulan cerca de 4.000 vehículos al día, de los que el 9% corresponde a tráfico pesado.

Los detalles de la carretera de la Alpujarra

El primer tramo comienza poco después de atravesar el puente de Tablate, en las proximidades de la ermita de la Virgen de las Angustias, y finaliza en la planta embotelladora de Aguas de Lanjarón, en una zona con topografía abrupta al estar a la falda de Sierra Nevada. De inicio, el trazado se separará ligeramente de la vía actual para realizar el cruce con la carretera Bailen-Motril, para la que se ha proyectado una semiglorieta que facilite los giros. Tras esta intersección, se aprovecha el trazado existente hasta llegar a un segundo cruce, de nueva actuación, para acceder la carretera actual, que quedará como ruta paisajística para uso como vía ciclopeatonal y para permitir el acceso a las fincas y servicios colindantes.

Desde aquí, el trazado de la nueva carretera se separa de su traza original mediante una curva a izquierdas. Este nuevo recorrido incluirá, además, un carril para vehículos lentos, dado que la vía tendrá en este punto una pendiente máxima del 8,3%. Posteriormente, el proyecto incluye un falso túnel de 70 metros y un viaducto de 166 metros de longitud para salvar la vaguada existente. Una vez pasado el viaducto, se describen suaves curvas a izquierda y derecha para incorporarse en una tercera intersección a la carretera actual, que llegará hasta la zona industrial, donde está prevista una glorieta de 46 metros de diámetro exterior que facilite el acceso a la planta embotelladora de Aguas de Lanjarón y al polígono industrial El Tejar.

Por otra parte, el segundo tramo consiste en una carretera de 1,3 kilómetros, con un trazado menos sinuoso y de menor longitud, contando con tres pequeños tramos en variante que suman medio kilómetro, mientras que el resto discurre por la traza actual, pero con una vía más ancha, de idénticas dimensiones que el primer tramo. Además, la actuación contempla siete intersecciones y dos estructuras.