José Viñolo Sánchez. Ideal

Fallece José Viñolo, uno de los habitantes más queridos de Sorvilán

Este agricultor y bodeguero alpujarreño de la Sierra de la Contraviesa, de 87 años, logró reunir a lo largo de su vida en su pueblo 120 fincas de viñedos, almendros, higueras y algarrobos

Rafael Vílchez

Sorvilán

Martes, 30 de abril 2024

Sorvilán ha perdido hace unos días a José Viñolo Sánchez, uno de sus seres más queridos del pueblo. Tenía 87 años. La misa funeral fue oficiada por el sacerdote Fernando Rodríguez. Muchísimas personas de Sorvilán y de otros lugares de La Alpujarra dieron el último ... adiós al difunto, que fue incinerado. José Viñolo estaba casado con María Moreno Ruiz. Tenía cuatro hijos y dos hijas, cinco nietos y dos biznietos. Viñolo adoraba a su familia hasta más no poder.

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José Viñolo era un hombre muy trabajador y honesto. Era un experto en vinos. Entre viñas estuvo Viñolo hasta hace poco tiempo. Gracias a su intenso trabajo en la tierra, todos los días del año, y al de sus hijos, pudieron adquirir a lo largo de los años 120 fincas plantadas de viñedos, almendros, higueras y algarrobos. El entrañable, generoso y admirable Viñolo fue poco a la escuela porque a los 7 años de edad comenzó a guardar cabras para que no faltara la leche en su casa. Cuando cumplió 9 años empezó a trabajar a jornal recogiendo almendra en los secanales a cambio de un duro (cinco pesetas de las de antes) al día, para ayudar a sus progenitores: José y Herminia, y a sus hermanos a sacar la casa adelante. Hace tiempo La Cora Alpujarreña le rindió un homenaje.

José Viñolo trabajó duramente en la agricultura hasta que marchó a Melilla para el servicio militar durante 16 meses. Cuando se licenció volvió a su terruño. En los campos de Sorvilán trabajó arando, segando, recogiendo uva, almendra e higos, sembrando, injertando con tallos de cepas, podando, secando higos, binando con azadón, vendimiando, pisando uva con calzado de madera y esparto, etcétera. Cuando cumplió 25 años contrajo matrimonio con su adorada María. Un año después de casarse, en 1962, Viñolo adquirió su primera finca y una morada provista de una bodega familiar.

Cuando José Viñolo era joven Sorvilán tenía varios miles de habitantes y ahora tiene poca gente. También, en otros tiempos había muchos bares y tiendas. Los cortijos de Sorvilán daban gusto verlos porque estaban habitados y muy bien cuidados. Ahora está casi todo está abandonado. También Sorvilán llegó a tener un cuartel de la Guardia Civil. Viñolo conoció cuando 'echaban' la luz por las tardes. Tenía poca fuerza. Agua no faltó nunca en su pueblo porque dispone de dos nacimientos. Antiguamente todas las casas tenían bodega para su gasto. El que tenía más vino lo vendía o cambiaba por otra cosa. Los higos secos se guardaban para degustarlos durante todo el año.

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José Viñolo, el hombre que sabía más que los enólogos, nunca fue a las ferias de Órgiva, Torvizcón, Cádiar, Ugíjar, Albuñol, etcétera, para no peder de trabajar en el campo. Él trabajó también los domingos y días festivos. Hasta el día del Señor trabajaba para poder mantener a la familia con su propio esfuerzo y sin recibir ayudas. A los 15 años de estar casado compró un televisor y casi no lo veía por la noche porque como estaba cansado de tanto trabajar se quedaba dormido enseguida. También, cuando joven aprendió a fabricar capachos de esparto, espuertas, serones, etcétera.

En las cuadras de su casa llegó a tener 3 yuntas de mulos para las labores del campo y fincas de particulares. Viñolo se encargaba de herrarlos. En Albondón mercaba las herraduras y los clavos a José Cara Lardón. Sus toneles los hacía en Sorvilán Cayetano 'El Carpintero'. Andrés Viñolo adquirió también la bodega de su amigo José Romero Martín. Cuando Viñolo era joven el caldo era transportado en pellejos de piel de cabra. Acudían muchos muleros a este menester. José Viñolo solía decir que «el vino de Sorvilán es buenísimo porque las cepas gozan de mucho sol y tienen excelente clima y situación». Descanse en paz mi amigo Viñolo, un hombre entregado a la agricultura, al mundo del vino, a su pueblo y a su familia. En Sorvilán ha dejado un gran dolor con su partida.

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