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La iglesia de Talará reabrirá de nuevo sus puertas al culto tras las obras de reparación de las cubiertas

La iglesia de Talará reabrirá de nuevo sus puertas al culto tras las obras de reparación de las cubiertas

El día 12 se trasladará la imagen de la patrona, Purísima Concepción, desde la ermita del Santo Cristo a la parroquia y, más adelante, el día 18, el arzobispo de Granada celebrará la eucaristía y bendecirá el altar de la iglesia, clausurada desde hace casi cinco años

Jueves, 9 de noviembre 2023, 15:39

El próximo domingo, día 12, tendrá lugar en Talará el traslado de la imagen de su patrona la Purísima Concepción, desde la ermita del Santo Cristo del Zapato hasta la iglesia, donde también se celebrará la apertura de puertas. Antes del traslado se celebrará una misa en la ermita que dará comienzo a las once de la mañana. Una semana más tarde, el día 18, se celebrará la solemne eucaristía de inauguración y bendición del altar de la iglesia, a la ocho de la tarde, presidida por el arzobispo de Granada, monseñor José María Gil Tamayo. En este costoso proyecto también colabora la Curia. El nuevo sacerdote de esta parroquia y también de las de Mondújar, Pinos del Valle, Béznar e Izbor es el ilustre alpujarreño de Válor, Daniel Baños.

Solidaridad en forma de mercadillo. Desde hace tiempo vecinas de la localidad de Talará han montado un enorme rastrillo solidario en una nave cercano a la Casa Consistorial para recaudar fondos para el arreglo del tejado de la iglesia parroquial a cargo de una empresa de Albondón. La parroquia de Talará es una de las iglesias más modernas de la comarca de El Valle de Lecrín, diseñada por el arquitecto Ventura Rodríguez y consta de una sola nave. Esta iglesia lleva clausurada al público casi cinco años. Las misas se celebran fuera del recinto religioso. En la iglesia de Mondújar se celebran los funerales corpore in sepulto.

El rastrillo, que sigue en pie, está montado por mujeres de la parroquia de Talará para conseguir fondos para el arreglo del tejado de la iglesia, principalmente. Cuando pensaron en la idea de montar el rastrillo solidario buscaron gente de la comarca del Valle de Lecrín para que les donara cosas y toda correspondieron y siguen correspondiendo para el mismo fin: juguetes, relojes, maquinas de coser muy antiguas, muebles, libros, bicicletas, cuadros, artículos de regalo, peluches, dulces, sillas, sillones, etcétera. Todo se pone a la venta a precio muy barato. Algunas de las piezas que se venden son nuevas. Manolo, el propietario de la inmensa nave de más de 300 metros cuadrados de superficie, ha cedido el local para el rastrillo.

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