Locura total con el hechizo del cuarto premio de la lotería en Soportújar

Francisco Fernández ha sido el encargado de la venta de los números. Vecino de Pitres, lleva varios meses regentando dos establecimientos de regalos en Soportújar. Le regalaron una serie para vender en su tienda, se agotó y decidió adquirir dos más. Cuando se ha querido dar cuenta este jueves, los abrazos de los soportujeros no le dejaban casi ni respirar allá por donde pasaba. «Estoy muy feliz. No soy lotero, pero siento una satisfacción gigante por ver a la gente así de contenta», explica Francisco a IDEAL mientras mira hacia el jolgorio de todo Soportújar.

Margarita, Carmen, Antonio... Todos saltan, gritan y descorchan botellas de champán. Llevan con alguna copa de más desde pasado el mediodía. Unos tienen décimo, otros simplemente se alegran por el prójimo. Una comunidad unida de más 200 habitantes que se mezcla con los visitantes que acogen cada día. «Me han tocado 20.000 euros. Me enteré por una noticia que he leído en Facebook y no me lo creía. La he tenido que revisar dos veces», revela Lidia Sánchez, una vecina de muchos años de Soportújar. «Ahora toca pensar en qué lo gasto. Tengo tres niños, pero me apetece darme algún capricho », añade.

Soportújar se concentra en torno al famoso dragón que tantas publicaciones de Instagram protagoniza cada día. Enfrente de la tienda de Francisco, la Cantina reparte tercios de cerveza a diestro y siniestro. Un altavoz convierte la calle en toda una verbena de las de toda la vida. Porque Camela también puede ponerle música a la navidad cuando un cuarto premio te deja unos cuantos miles de euros en la puerta de tu casa.

'Estamos aquí, en el bar. Y mañana no voy a trabajar' resuena en todo el pueblo. Son las palabras mágicas del conjuro de Soportújar, ese que se entona cuando cinco números te dan la alegría del año. «Lo más importante es la salud, pero el dinero nunca viene mal», ríe Lidia. En mitad del baile, vuelan las botellas y hasta los perros, ataviados con chaquetones y jerseys para soportar el frío de la Alpujarra. Sevillanas, hasta el 'Despechá' de Rosalía... De todo menos villancicos para escenificar la alegría de la lotería.

«¡Viva Soportújar!», chillan los vecinos mientras mantean a Francisco hasta los cielos. Su nuevo héroe nacional, como el 'Dibu' para los argentinos. Eso a un lado, porque al otro de la calle a Antonio le parten la camisa a ritmo de Camarón. Son los ritos de las brujas, que encantan a todos los que ponen un pie en Soportújar. '¡Abracadabra!', corea medio pueblo. El hechizo ha surtido efecto.