María José sucede a su marido fallecido como enterradora de Lanjarón

Últimamente trabajó de sepulturero su difunto esposo Cayetano y antes su suegro José y después su suegra Carmen, la primera enterradora que tuvo España

Miércoles, 8 de mayo 2024, 17:19

María José Sánchez Bautista, de 57 años de edad, se ha convertido en la enterradora del cementerio municipal de Lanjarón. Es de las pocas mujeres de este país que se dedican a esta profesión. Su suegro, José, su suegra Carmen y hasta hace unos meses ... su marido Cayetano, también se dedicaron a dar sepultura a los fallecidos. María José es también la encargada del tanatorio de Lanjarón. Su hija y su novio les ayudan cuando el tiempo se lo permiten. María José está acostumbrada a estar en el campo santo desde que tenía 16 años y era novia de Cayetano. En aquel tiempo era Carmen la sepulturera, la única que existía en España. María José mantiene limpio el cementerio. Todos los días lo barre, riega las flores y el suelo, enciende algunas velas por encargo, etcétera. Le gusta descansar en el banco que existe frente a los nichos de su marido y sus suegros. A veces hasta les habla a sus seres queridos. María José es una mujer muy buena y trabajadora. También es una experta en tanatoestética.

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Lanjarón despidió a su querido sepulturero Cayetano Martín a principios del pasado mes de febrero. Falleció a los 62 años de edad. Su hija Elena, en su tercer mes de embarazo, para cumplir con su promesa, fue la encargada de darle sepultura a su progenitor en el mismo nicho donde se encuentran los restos mortales de su abuelo paterno José, que también ejerció de enterrador y cuando él falleció ocupó el cargo su esposa Carmen. El último adiós a Cayetano fue multitudinario. Cayetano fue un gran servidor público. Siempre entregado a los demás. Dentro del campo santo el párroco Antonio Jesús Heredia cantó la canción religiosa 'Él Resucitó', porque a Cayetano le gustaba mucho. Cayetano estuvo relacionado también con las hermandades de su pueblo. Cayetano también ejercía de fontanero y electricista. Su último compañero de fatigas en estos menesteres fue Rafael Jiménez. El conocido Ford Fiesta de Cayetano tiene cuatro décadas de vida y se encuentra 'bien de salud.

Al cementerio de Lanjarón se le dotó hace 54 años de electricidad, agua potable y solería gracias a su alcalde Juan Pérez y al concejal Miguel Piñar. José, padre de Cayetano, fue enterrador a principios de los años 50 del pasado siglo. Estuvo 17 años trabajando con pico y pala gracias a Mariano, el dueño de la fábrica de orujo. José tomó la costumbre de llevarse consigo a su hijo Cayetano. Cuando murió José se hizo cargo de su trabajo su esposa Carmen en 1967. Años después su puesto lo ocupó su hijo Cayetano hasta hace poco tiempo, porque enfermó y fue hospitalizado, falleciendo a consecuencia de una parada cardiaca a los 62 años de edad Ahora el puesto de sepulturera de Lanjarón lo ocupa María José. Esta excelente mujer siempre está disponible para cualquier eventualidad. Para ella el camposanto de su pueblo es su segunda casa.

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