Edición

Borrar
José Loreto Manrique, carpintero granadino, en su taller. Rafael Vílchez
El mítico carpintero de un pueblo de la provincia de Granada que te invita a viajar en el tiempo

El mítico carpintero de un pueblo de la provincia de Granada que te invita a viajar en el tiempo

El taller de José Lorenzo Manrique, nacido en Murtas hace 85 años, se mantiene intacto con las herramientas perfectamente colocadas y una colección de interesantes enseres, algunos con más de un siglo de vida

Miércoles, 2 de octubre 2024

José Lorenzo Manrique, nacido en Murtas el día 6 de enero de 1939, ha dedicado toda su vida, desde que era pequeño, a la carpintería de madera. José ha elaborado hasta hace unos años todo lo necesario para el uso doméstico y agrícola: puertas, ventanas, celemines, queseras, dormitorios, arcas, baúles, toneles y cubas, yugos, maletas para la mili y los emigrantes, arados de palo, horquillas, tablas de tablear, sillas, sierras, escaleras, mazas de majar esparto, punzones, e incluso ataúdes. Este carpintero ha cuidado siempre el detalle. Muchas de sus herramientas las fabricó el mismo. Su carpintería se ha convertido en una exposición con más de 2.000 piezas: sierras de distintos tamaños, martillos, limas, cepillos, bancos de madera, una piedra redonda de afilar a mano, formones, una máquina de acepillar, brocas, martillos, tenazas, metros de madera, taladros, garlopas, compases, una torneadora, cuchillas devastadoras, hachas, azuelas, compás de madera, limas, barrenas, etcétera.

También la antigua carpintería de José Lorenzo atesora otras piezas, algunas con más de un siglo de vida: lebrillos, orzas para el aceite, calderas de cobre, espuertas de esparto (una inmensa para guardar los higos para todo el año) cántaros, planchas de carbón, pellejos elaborados con piel curtida de cabra para el vino y el aceite, cuadros, un aparato de radio de los de antes, carteles, su moto adquirida hace más de medio siglo, angarillas, sogas, etcétera. José, único hijo de José Lorenzo Fernández (primero fue molinero en Mecina Tedel y después carpintero en Murtas) y de María Manrique García, aprendió a leer, escribir y hacer cuentas con el maestro don José Ortega. A corta edad se iba con su padre para verlo aserrar madera a mano en el campo. Su abuelo materno, José, fue también maestro carpintero. En un principio todo se hacía a mano. Utilizaron mucho la madera de almez para fabricar ubios para las yuntas. Años después José adquirió una sierra de cintas y una acepilladora eléctrica para modernizar su lugar de trabajo.

También se le dio muy bien a José la elaboración de cubas para el vino con maderas de roble y castaño y la reparación de toneles. La madera de álamo que cortaba junto a un arrollo era para techos de casas. La madera de pino también la utilizaba para fabricar puertas, ventanas, mesas, sillas, etcétera. José se hizo cargo de la carpintería cuando su padre dejó el trabajo a avanzada edad. José ha fabricado a mano muchísimas cajas mortuorias con tablas de madera forradas con tela negra y adornos. Para Murtas y sus cortijos y para Turón, por ejemplo, hizo por encargo muchísimos féretros. Después siguió vendiendo cajas pero de fábrica. Cuando fallecía alguien de los cortijos traían la caja montada en un mulo provisto de capachos. Cuando llegaba a la entrada del casco urbano la caja era trasladada a hombros hasta la iglesia y después al cementerio. Las cajas para los niños se pintaban de blanco y se hacían a medida. José ayudó a amortajar a muchos difuntos. En Murtas existieron otros grandes carpinteros y toneleros: Daniel, Guillén, Ripoll, etcétera.

José Lorenzo realizó el servicio militar en Ceuta, en Regulares 1. Esta excelente persona pudo disfrutar de un mes de permiso. Años después contrajo matrimonio con Rosario López López, y tuvieron dos hijos: Miguel Ángel y José Julián (este último fallecido en accidente de tráfico a la edad de 26 años) y una hija llamada María Trinidad. La motocicleta de José, marca Bultaco (GR- 33.618), la adquirió por 25.000 pesetas de las de antes para poder trasladarse al pueblo de Cojáyar para ver a su novia Rosario. José también ha sido agricultor. Sus tierras poseen olivos, higueras y almendros. Ahora se dedica a admirar su taller, a pasear, charlar con sus amigos y a vivir más tranquilamente ya que en su larga vida trabajó hasta los domingos para poder atender a algunas de las personas que requerían su trabajo y se acercaban al mercado procedentes de muchos lugares, entre ellos, del pueblo almeriense de Benínar, desaparecido cuando se construyó el pantano en 1983. La carpintería de José se ha convertido en una cápsula del tiempo. Sus manos trabajaron duramente para su pueblo y otras zonas. Su taller es un mundo pretérito de madera.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal El mítico carpintero de un pueblo de la provincia de Granada que te invita a viajar en el tiempo