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Marta Ramírez
Viernes, 19 de julio 2024
Adolfo Wenceslao Manzano recuerda con añoranza las rutas de senderismo en las que se embarcaba hace bastantes años por Sierra Nevada. Él y sus compañeros de aventuras paraban en el granadino pueblo de Trevélez y se quedaban en casa de 'José', el que quedaba justo detrás del bar de 'Dani'.
Con estas palabras comenzaba la petición de ayuda de Adolfo en el grupo 'Me gusta la Alpujarra' de Facebook, donde adjuntó unas fotografías antiguas en las que aparecían un niño y unas mujeres que se encontró en sus añorables paseos por la localidad. ¿Su propósito principal? Cumplir la promesa de entregar a estas personas las instantáneas que les realizó y cuya dirección perdió entre los enseres de su maleta.
«Muchos bonitos recuerdos de mis múltiples pasos por Trevélez acuden a mi memoria», cuenta Adolfo, que en la actualidad reside en Zaragoza. «Soy un enamorado de la zona, especialmente de Sierra Nevada. Cuando estaba hábil en mis años de juventud, me gustaba mucho perderme entre los Tresmiles de Güéjar Sierra y echar fotografías a lo que me encontraba. Todo tenía un encanto magnífico», relata.
«En uno de nuestros paseos por el pueblo de Trevélez tomando fotos, pudimos contemplar la escena de unas mujeres haciéndose las uñas en la puerta de casa mientras tomaban el fresco al atardecer», detalla nostálgico. «Tras un gesto con mi cámara, ellas posaron inmediatamente como se puede observar en las fotografías».
Lo que Adolfo no contempló en el momento es que esas fotografías no llegarían a sus destinatarios hasta 42 años después. «Les dije que las enviaría y por ello me dieron su dirección. El problema es que acabaron perdidas entre los enseres de mi macuto y nunca pude enviarlas», afirma con cierta tristeza.
Después de mucho tiempo, Adolfo se unió a varios grupos de Facebook donde asiduamente publica imágenes de sus viajes a pueblos granadinos como Capileira o Canales. «Vi la oportunidad de publicar las fotografías de estas mujeres por si aparecían algunas de esas personas o sus familiares. Y finalmente esa decisión ha sido gratificante», cuenta el autor de las imágenes.
Como se puede ver en las fotografías sacadas por Adolfo, la vejez ha pasado por ellas pero, a pesar de esta antigüedad, ha podido conocer el paradero de las personas que fotografió en algún momento del 1982.
En menos de 14 horas algunas personas comenzaron a comentar en la publicación de la red social. Estaban identificando familiares con los rostros que aparecían en las imágenes. «Creo que una de ellas se llama Alicia, la mayoría tiene hijos y me consta que la señora mayor tiene ya a sus bisnietos», relata tras haber conversado con los parientes de sus antiguos modelos. «Fue una satisfacción saber que, al menos algunas de esas personas, han podido ver las fotografías que prometí», concluye orgulloso.
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