Un pueblo de Granada restaura su ermita gracias a los vecinos

Turón, uno de los pueblos más antiguos de la comarca de la Alpujarra, ha restaurado su grandiosa ermita consagrada a su patrón San Marcos Evangelista. El templo se ha protegido de la humedad que tenía. Las obras han precisado casi medio año para que todo quede en perfectas condiciones. La empresa constructora encargada de la reforma es de Albondón, y ya ha restaurado y embellecido otras iglesias y ermitas como las de Talará, Notáez o Jorairátar. Además, la artista Elvira va a restaurar el trono y la imagen de San Marcos. La ermita grande de San Marcos, que más parece una iglesia, posee, entre otras cosas, dos torres y una tahona para elaborar cada año los roscos de San Marcos. Este tranquilo y pintoresco pueblo también posee en su término tres ermitas de pequeñas proporciones. La parroquia está consagrada a la Encarnación, fundada en 1711 y reedificada y ampliada en 1766.

La ermita de San Marcos de Turón fue concluida en 1836 como un lugar de oración y devoción dedicado al santo patrono. La restauración de la ermita de San Marcos ha sido posible gracias a la comisión de fiestas de San Marcos durante varios años y a los vecinos y vecinas de Turón.

La ermita de San Marcos muestra ahora algunos restos recuperados en la pared de atrás de la ermita, que alguien los había tapado con mezcla. Los mayordomos salientes han sido Juan Lozano, Quevedo Lozano, Eduardo Martín y Manuel Jiménez.

La localidad de Turón tiene 55,76 kilómetros cuadrados de superficie. Limita con Murtas, Darrícal, Berja y Adra. Turón ya existía en tiempos de los romanos al pie del Calar de Valbuena con el nombre de Turaniana. Su carretera a Murtas fue construida por presos del bando nacional. Muchos de ellos perecieron. Sus higos y el vino de Turón ya eran famosos en el tiempo de los romanos. Su alcalde, Juan Vargas, dedicado a la agricultura y a su pueblo desde hace muchísimos años, es el más veterano de la Alpujarra.