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Juan Enrique Gómez
Leyendas de Granada | La historia tras «la matanza de los Abencerrajes», la boda roja granadina

La boda roja granadina: la historia tras la leyenda de «la matanza de los Abencerrajes»

Todo aquel que visite la Alhambra, abierta en estos momentos de pandemia sólo para los granadinos, tendrá el privilegio de pasear por esta sala que no sólo lleva el nombre de esta estirpe granadina, sino también la impronta de su tragedia

Aida Ortiz

Granada

Sábado, 5 de diciembre 2020, 12:56

Una invitación cordial a un acontecimiento palaciego, una trampa mortal de poderosas consecuencias y el asesinato de un plumazo de varios miembros de una misma estirpe. La suma de estos acontecimientos lleva a todo fan de Juego de Tronos a pensar en la Boda Roja, probablemente una de las escenas más espeluznantes de la exitosa ficción. Pero estos elementos, que conforman un entramado perfecto para una buena dosis de entretenimiento, también son la base de una leyenda granadina sobre uno de los linajes que más ríos de tinta ha hecho correr durante siglos: la matanza de los Abencerrajes.

Este clan, una importante familia granadina del siglo XV de origen norteafricano, ocupa un lugar destacado en la historia del Reino de Granada, tanto por su participación en la vida política de la época como por la huella legendaria que sus miembros dejaron en el imaginario granadino, materializada en una de las salas más enigmáticas de la Alhambra.

Todo aquel que visite los Palacios Nazaríes, abiertos en estos momentos de pandemia sólo para los granadinos, tendrá el privilegio de pasear bajo la impresionante bóveda en forma de estrella de ocho puntas de la sala de los Abencerrajes, que no sólo lleva el nombre de esta estirpe granadina, sino también la impronta de su tragedia. Y es que, según cuenta la leyenda, las manchas rojizas que se pueden observar sobre la fuente de mármol que reposa en el centro de la sala no son otra cosa que la sangre derramada siglos atrás.

Ramón L. Pérez

La leyenda tiene distintas versiones, pero la más extendida tiene mucho que ver con los celos y la venganza, dos de los ingredientes más comunes de la Granada legendaria. Según cuenta la tradición, una familia rival de los Abencerrajes orquestó un plan para asesinar a la estirpe enemiga al completo, inventando una falsa historia de amor entre uno de sus miembros y la sultana. Los rumores llegaron a oídos del rey Muley Hacén, que invitó amablemente a palacio a los 36 caballeros. Uno a uno, fueron degollados en esta sala de la Alhambra, víctimas de una encerrona urdida con el único propósito de acabar con el enemigo y todo su linaje. Una historia que bien podría haber inspirado a George R. R. Martin para su mítica Boda Roja.

Y aunque este no sea el origen de la trágica historia de Juego de Tronos, sí ha servido de inspiración durante siglos, tanto en la literatura como en el arte. Prueba de ello es la obra de 1870 'La matanza de los Abencerrajes' de Fortuny, que se puede contemplar en el Museo Nacional de Arte de Cataluña; los numerosos romances populares, como '¡Ay de mí, Alhama!' , que entrelazan las distintas versiones de la matanza, o la mención de Washington Irving en sus Cuentos de la Alhambra que, además de narrar la leyenda, cuenta cómo los moradores del Palacio Nazarí escuchaban durante la noche rumores fantasmagóricos:

«Este rumor es debido, sin duda, a las espumosas corrientes y a la estrepitosa caída de agua que va por bajo del pavimento para surtir las fuentes; pero, siguiendo la leyenda del hijo de la Alhambra, era producido por los espíritus de los asesinados Abencerrajes que frecuentaban de noche el sitio de su tormento e invocaban contra sus verdugos la venganza del cielo».

Pepe Marín

Entre la historia y la leyenda

Otras versiones de la leyenda cuentan que el asesinato de los 36 caballeros fue planeado con el objetivo de fortalecer la monarquía y evitar intrigas políticas, algunas de ellas basadas en crónicas históricas castellanas y árabes.

Una de estas crónicas, la del arabista Luis Seco de Lucena, apunta a un hecho protagonizado por Muhammad XI 'El Chiquito' que fue atacado en 1456 en una emboscada en Sierra Nevada y degollado después por orden de Muley Hacén en una sala contigua al Patio de los Leones, y cuyos hijos fueron asfixiados con una toalla.

Por su parte, la Crónica del Condestable Iranzo sitúa el acontecimiento en vísperas de la guerra civil que enfrentaría a Sa'ad y Muley Hacén. Cuenta que los Abencerrajes y Monfaraxes se habían apropiado de un dinero destinado a pagar las parias castellanas. Ante este hecho y movido por los consejos de sus visires, Sa'ad degolló a sus ministros Monfarax y Yusuf Ibn Sarrax y a otros miembros del linaje de los Abencerrajes, en el interior de la Alhambra.

Historia o ficción, la de esta matanza es una de las leyendas más trágicas e intrigantes de la tradición granadina y de los palacios de la fortaleza, cuyas paredes cobran vida cuando los ojos que las miran van más allá de la belleza y la estética del arte árabe que la caracteriza.

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