Un libro plasmará la historia de amor entre Melguizo, su centro de salud y el Almanjáyar

Según ha podido comprobar Cuadros en este tiempo, el doctor Melguizo no solo fue uno de los primeros médicos en pisar el centro de salud de Almanjáyar –entró como residente cuando se abrió en 1984–, sino que, además, «es el único médico que se ha jubilado aquí». «Hay algunos que también han estado décadas, pero un par de años antes igual han cambiado de destino. Melguizo es un caso único», comparte con este periódico.

Su interés por este barrio y su centro de salud se debe a que su madre fue auxiliar en el mismo. Cuando surgió la oportunidad de escribir un libro, Cuadros lo tuvo claro. Había una historia que contar. «Al principio, este era el centro de salud de Cartuja. Almanjáyar no existía. Era todo campo. Se fue construyendo después», explica, impresionado por la «conexión»que Melguizo tiene con sus pacientes. A algunos los ha acompañado toda su vida.

Esa es la realidad. Lo corroboran sus pacientes y compañeros. En estos años de servicio público, Miguel Melguizo siempre ha intentado que al centro de salud de Almanjáyar llegasen profesionales «comprometidos con la atención primaria y, sobre todo, con el barrio y su gente». La suya es una historia de amor que perdurará en la memoria colectiva.

Ahora, también quedará plasmada en un libro. Y aunque Melguizo ya no esté, como él mismo dice, «siempre quedará el espíritu de Almanjáyar, que existe».