Un líder en la defensa de las pymes y de Granada

Unidad empresarial, compromiso con Granada y visión a largo plazo para el progreso de la provincia. Son las tres obsesiones que han marcado la trayectoria de Gerardo Cuerva Valdivia (Granada, 1971), el presidente de los empresarios granadinos y de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa. El estallido de la pandemia del coronavirus han dado al granadino un papel protagonista en negociaciones clave como las prórrogas de los ERTE, en el marco del diálogo social y ha puesto de manifiesto el trabajo incansable que está desarrollando en la defensa de la pequeña y mediana empresa, tan castigada por esta crisis. Un esfuerzo que le hace merecedor del reconocimiento que otorga el Consejo de Redacción de IDEAL.

El amor por el mundo de la empresa y la valentía para luchar por su tierra los lleva en vena por herencia paterna –entre otras cosas, como la afición futbolera– este ingeniero industrial, hijo del que fuera uno de los grandes impulsores del asociacionismo empresarial en Granada, Gerardo Cuerva Vallet, histórico presidente de la CGE entre 1987 y 2001.

Gerardo compatibiliza la dirección de la empresa familiar, Grupo Cuerva, junto a su hermano Ignacio, con su trabajo al frente de la CGE y la Cámara de Comercio, donde ha desempeñado un papel incuestionable para unir al empresariado granadino.

En enero de 2019, Cuerva dio el salto a la liga de la economía nacional al ser elegido presidente de Cepyme, donde su gestión se ha marcado por la defensa de la pequeña y mediana empresa, la cercanía con los territorios y el impulso de acciones para robustecer a las micropymes y pymes, de manera que puedan competir cada una en su sector. Al frente de una de las organizaciones empresariales más importantes del país, junto a la CEOE de la que también es vicepresidente, Cuerva está dando el do de pecho en esta crisis para hacer entender a las administraciones, a todos los niveles, que la recuperación pasa por salvar empresas. A caballo entre Granada y Madrid, desarrolla una agenda de trabajo frenética que está conllevando un sacrificio personal importante para un empresario que siempre ha conseguido reservar tiempo de calidad para su familia.

Su día a día son las reuniones al máximo nivel en Moncloa o con ministros y presidentes autonómicos pero su felicidad está en Granada, con su familia y en torno a una chimenea con sus amigos de toda la vida. Cuando se le pregunta cómo logra llegar a todo, Cuerva tiene clara la respuesta: el equipo. No se cansa de dar las gracias a los que le rodean en su empresa, en Cepyme, en CGE y la Cámara. Pero, sobre todo, de recordar que tiene a la mejor mujer y a los mejores hijos. «Si vosotros pensáis que soy IDEAL, es por ellos».