Envasado de aceite de oliva en la planta de Maeva, en la Citai de Escúzar. Alfredo Aguilar

Las lluvias y el miedo a los aranceles de Trump agudizan la caída del precio del aceite

La cotización del litro de virgen extra se aleja cada vez más de la barrera de los cuatro euros y se sitúa en los niveles más bajos desde 2022

Jueves, 20 de marzo 2025, 00:38

La lluvia siempre es una bendición para el campo y en concreto este agua de marzo está resultando providencial para recuperar los olivares de la ... provincia, tan castigados durante los dos años de sequía. Pero la garantía de agua también está teniendo un efecto colateral en los mercados y está contribuyendo a hundir, aún más, la cotización del aceite de oliva, que lleva todo el año cuesta abajo. Una vez finalizada la campaña de recogida 2024-25, al olivar le falta la etapa clave de la floración y después la aceituna tendrá que superar las vicisitudes de un año entero en el árbol. Es muy pronto para cantar victoria y confiar en que la próxima será una cosecha de gran producción, pero la previsión de que cuanto menos será una campaña normalizada y de que habrá suficiente aceite en el mercado está contribuyendo a agudizar la caída del precio del aceite de oliva.

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La cotización actual del litro de aceite de oliva virgen (AOVE) se sitúa en 3,75, el nivel más bajo desde agosto de 2022, según el portal de referencia Infaoliva. El precio que se le paga al agricultor por el litro de aceite de oliva se sigue dejando décimas de euro por días y se aleja cada vez más de la barrera de los cuatro euros, lo que significa que las categorías inferiores, el virgen y lampante, se pagan a 3,3 y 3,2 euros por litro en origen. Unos niveles que empiezan a ser preocupantes porque ponen en riesgo la rentabilidad de los productores tradicionales, como advierten desde la Federación de Cooperativas de Granada, que aglutinan el 72% de la producción oleícola granadina.

3,75 euros por litro

El litro de AOVE cotiza a 3,75 euros, la cifra más baja desde agosto de 2022.

Después de enloquecer hasta llegar a rozar los nueve euros por litro durante los años de sequía –cuando la mayoría de los agricultores no tenía aceituna que vender– lo razonable es que el precio se regulase, pero ahora a las cooperativas les preocupa que la caída de precio sea tan pronunciada. «El precio está bajando muy verticalmente en el último mes lo que significa que lampantes y vírgenes tienen ya cotizaciones que no cubren los costes de producción, es preocupante», analiza el representante de aceite de oliva de Cooperativas Agroalimentarias de Granada, Rafael Almirón.

«Falta orden a la hora de vender, después de los años malos se ha sacado mucha oferta al mercado»

Rafael Almirón

Representante sector del aceite de oliva en Cooperativas Agroalimentarias

Hay tres factores principales, según el experto, que explican esta caída tan pronunciada. El primero, lógicamente, son las lluvias, que generan la expectativa de que habrá producción el próximo año, después de la racha de sequía y producciones raquíticas que durante dos años seguidos dislocó el mercado.

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El segundo factor que destacan las cooperativas es el miedo ante las amenazas de que el Gobierno de Estados Unidos impongan aranceles a los productos agroalimentarios europeos y el aceite de oliva, como ya ocurrió durante el primer mandato de Trump, se vea afectado.

«Vamos hacia unos precios normales, lo que era algo excepcional es que el litro se pagara a 8 o 9 euros»

Luis Torres Morente

Consejero delegado Aceites Maeva

El tercero, según Almirón, es el desorden del sector primario a la hora de comercializar el aceite. «Seguimos sin estar organizados, después de dos años malos los productores necesitaban ingresos y se han lanzado a vender todos a la vez y es una pena. El aceite se produce en cuatro meses pero hay que venderlo en doce, no queramos sacarlo todo a la vez, nunca aprendemos en este sector», esgrime.

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No obstante, Almirón opina que la cotización va a tender a estabilizarse. «No puede caer más, no hay motivos», concluye el representante de las cooperativas, que cree que la lluvia ha puesto las mimbres para que la próxima sea una buena campaña.

Por su parte, el consejero delegado de Aceites Maeva, Luis Torres Morente, cree que la bajada de precio es un movimiento natural que responde a la ley de la oferta y la demanda. «Hemos pasado de una cosecha de 600.000 toneladas y a 1.500.000, esta es una cosecha normal y el precio se regula, lo que no era normal que estuviera a ocho y nueve euros», comenta. El responsable de la mayor exportadora granadina de aceite de oliva insiste en que si se ve la trayectoria del sector en los últimos treinta años, la media del aceite de oliva puede estar en torno a los dos euros, por lo que entiende que estos son «precios normales en las condiciones que tenemos y las lluvias ayudan a que sigan bajando, pese a que no hay grandes excedentes». Con respecto al miedo a las políticas de Trump, Torres Morente apunta que las empresas están adelantando los envíos para que en caso de que se impusieran los aranceles el producto esté ya allí.

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