Las cuestas que bajan desde el imponente Castillo de Moclín, este pequeño pueblo de varios cientos de habitantes, eran este 5 de octubre auténticos 'ríos' humanos. Ocurre cada año desde no se sabe cuando. La tradicional Romería del Cristo del Paño es cita ... obligada para muchos creyentes y una auténtica costumbre otoñal para miles de turistas y visitantes, atraídos por un acontecimiento cultural con varios siglos de historia. Y esta vez la Romería lograba movilizar a más personas aún, más de 13.000 según el Ayuntamiento de los Pueblos de Moclín.
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En medio de más de 100 tenderetes con productos típicos y marroquinería, cocheras convertidas en improvisados mercados y pequeños negocios a pie de calle, Moclín se vuelca con una jornada que es el origen de sus fiestas anuales y que incluso sirvió de inspiración a Lorca en su celebre obra 'Yerma'. La romería -que se remonta al siglo XVI según algunos documentos- genera todavía hoy mucha devoción, la de numerosos romeros que, año tras año, cumplen con su cita con el Cristo del Paño, un lienzo del siglo XV considerado «milagroso».
La jornada moclineña ofrecía un año más este sábado, casi veraniego, las habituales hileras de autocares procedentes de pueblos de Granada, Córdoba, Jaén o Málaga, así como la presencia de cientos de vehículos aparcados tanto en las zonas habilitadas por el Ayuntamiento como en la carretera de acceso a esta pequeña localidad de apenas 800 habitantes. Moclín es un hervidero de visitantes cuando el Cristo recorre sus calles.
Y es que cada 5 de Octubre todo es diferente en esta pequeña e histórica localidad del Poniente Granadino. Hasta allí venían, como es frecuente entre los creyentes, romeros descalzos, con promesas hechas desde la fe hacia el conocido Cristo, pero también muchísimas personas movidas por una costumbre popular que resulta atractiva, diferente o curiosa para otros miles de visitantes que se acercan al pueblo.
La bajada desde la Iglesia del pueblo, junto al castillo, impresiona por la entrega de quienes acompañan a este Cristo, con propiedades curativas atribuidas desde que supuestamente curara a un monaguillo de cataratas. Después de un descenso complicado por las escarpadas calles moclineñas, ya en la plaza del Ayuntamiento, el alcalde, Marco Pérez, hacía entrega a la imagen de manera simbólica -y como es costumbre- del bastón de mando de la villa. Entre vítores, más de 60 horquilleros eran los encargados de bajar al Cristo del Paño de su santuario hasta el pueblo, como cada 5 de octubre desde hace siglos, cuando comenzó a asentarse esta tradición y las creecias de muchas personas en torno a este Jesucristo con la cruz a cuestas, restaurado en los años 70 y aún hoy objeto de devoción.
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Después de su gran día, el Cristo moclineño -que la creencia popular vincula con los Reyes Católicos- sigue siendo venerado. Durante las próximas semanas, y hasta que finaliza octubre, el pueblo se vuelca con este grandísimo lienzo, que no sólo despierta interés el día de la Romería sino el resto del año y de manera especial el primer mes del otoño. El Santísimo Cristo del Paño, cuidado por la asociación del Santuario del mismo nombre, permanece expuesto en la Iglesia de la Encarnación de Moclín hasta el último domingo de octubre.
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