Cuatro lojeños recorren Europa en autobús para recoger a 51 refugiados ucranianos

Viajan dos padres, Miguel Cerrillo y José Luis Sánchez, y sus respectivos hijos, Miguel Cerrillo y Bea Sánchez. Junto a ellos, cuatro conductores profesionales de la empresa de autobuses Balerma que se van turnando al volante para que el viaje sea lo más rápido posible. Porque lo que desean es llegar cuanto antes a su destino para ayudar. Empezaron a organizar todo durante la semana pasada y lo que inicialmente iba a ser un viaje particular ha acabado convirtiéndose en una misión de ayuda 100% lojeña. «En el momento en el que salió que cuatro personas de Loja íbamos allí para ayudar todo el pueblo se volcó», cuenta a IDEAL Miguel Cerrillo. Además, para ayudarles en su misión, el Ayuntamiento de Loja ha costeado el gasto del autobús y los conductores.

Todo el autobús en el que viajan va cargado hasta los topes de alimentos, ropa, medicinas y otros productos básicos. «Va hasta arriba lleno de cajas, prácticamente solo tenemos libres los asientos en los que viajamos nosotros». Pero su misión no es únicamente la de llevar víveres a los refugiados, sino que también recogerán a refugiados a los que posteriormente darán acogida en Loja. «Recogeremos a 51 ucranianos, el máximo que podemos llevar en el autobús». 51 personas seleccionadas por Cáritas entre las que hay tres ancianos y 11 niños. «La mayoría de personas que vendrán serán madres con sus hijos».

Esta misma mañana han atravesado la frontera de Francia con Alemania y tienen previsto llegar a Varsovia durante la mañana del martes. De momento todo son buenos ratos, conversaciones y películas. Aunque a medida que se van acercando a su destino los nervios aumentan. «Tenemos muchas ganas de llegar pero también hay una barrera que nos hace tener cierto miedo porque no sabemos lo que nos vamos a encontrar», reconoce Miguel. «Vamos a encontrarnos con gente que ha tenido que dejar su casa por obligación, les han echado… Ojalá pudiéramos sacar a todos de allí».

Ya tienen organizado todo para cuando regresen a Loja, donde el grupo Abades ofrecerá uno de sus hoteles para acoger a los refugiados durante unos días antes de que se marchen a sus lugares de acogida definitiva. «Cada vez hay más gente que quiere ayudar. El sábado, cuando estábamos cargando el autobús, ya había 18 familias que querían acoger y seguro que ahora hay más». Sobre cómo se sienten en estos momentos, reconoce que están «muy orgullosos» de lo que están haciendo y del apoyo que reciben «de todo el pueblo». «La familia lleva llorando desde que les dijimos que nos íbamos, tienen miedo porque en las últimas horas han bombardeado cerca de la frontera. Pero nosotros preferimos no pensar en eso ahora».