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Los refugiados ucranianos posan a su llegada a Loja. IDEAL
La expedición granadina regresa a Loja con 51 refugiados ucranianos tras recorrer media Europa

La expedición granadina regresa a Loja con 51 refugiados ucranianos tras recorrer media Europa

Partieron de Varsovia el martes y, después de completar 3.200 kilómetros, llegan al municipio lojeño, donde les ofrecerán acogida y ayuda

Alberto Flores

Granada

Jueves, 17 de marzo 2022

Prácticamente una semana después, el viaje de Miguel, su padre, José Luis y Bea llega a su fin. Más de 6.000 kilómetros en a penas unos días para llevar alimentos y medicinas a los ucranianos en Polonia y traer a España a 51 refugiados que lo han dejado todo en su país para huir de la guerra. «Después de los nervios iniciales todo ha sido bastante tranquilo en el viaje de vuelta», explica a IDEAL Miguel Cerrillo. Ahora, estos ucranianos tendrán que iniciar una nueva vida y varios de ellos han decidido quedarse en Loja, donde ya les han ofrecido vivienda y trabajo.

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«Al principio fue un poco caótico por la barrera del idioma y porque muchos no sabían a dónde iban. Los niños estaban un poco perdidos, sus madres preocupadas…», detalla Miguel, que cuenta como con el paso de las horas esos nervios tornaron en risas y tranquilidad. «Los niños no paraban de jugar en el autobús y todos están mejor. Les hemos explicado lo que va a pasar ahora y pese a la situación que han vivido ahora están más contentos».

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Un viaje de prácticamente 40 horas en el que han vivido experiencias de todo tipo. Una de las que más ha llamado la atención de esta expedición lojeña tuvo lugar cuando se vieron obligados a realizar una parada en Figueras, en la provincia de Gerona, debido a que uno de los niños ucranianos tenía fiebre. «Necesitábamos medicinas y llamamos a una Farmacia porque era la hora de cerrar. Nos esperaron y entraron al autobús para ver qué le pasaba al niño y regalarle las medicinas que requería».

«Queremos volver pronto a nuestro país, a nuestras casas… Es un gran dolor para todos nosotros. Muchas gracias por no ser indiferentes ante esto»

María

Refugiada ucraniana

La comunicación fue mucho más fácil gracias a la presencia de María, una de las refugiadas que trabajaba como guía turística y habla español, lo que propició que se convirtiera automáticamente en la traductora del grupo. «Gracias a ella pudimos transmitirles que todo iba a salir bien y comunicarnos con ellos». Y gracias a su domino del español, María pudo explicar el sentir de todos los refugiados: «Queremos volver pronto a nuestro país, a nuestras casas… Es un gran dolor para todos nosotros. Muchas gracias por vuestra hospitalidad y misericordia, por no ser indiferentes ante esto».

Una segunda oportunidad

Tras su llegada a Loja, los refugiados ucranianos tendrán que someterse a un reconocimiento médico y a pruebas para comprobar si tienen la covid-19, algo que están gestionando entre el Ayuntamiento de Loja y Cruz Roja. El hotel Abades Loja será donde se alojen de manera momentánea las 18 unidades familiares que han llegado desde Polonia. «La idea es que hoy y mañana puedan descansar y estar tranquilos porque va a ser un choque grande para ellos», argumenta Miguel, que reconoce que tiene miedo de que se puedan sentir solos en esos momentos, por lo que van a hacer todo lo que puedan para estar a su lado.

«La idea es que hoy y mañana puedan descansar y estar tranquilos porque va a ser un choque grande para ellos»

Miguel Cerrillo

Será el sábado cuando Cruz Roja les explique a los refugiados su situación a nivel lega y todo lo relacionado con papeles, trabajo y residencia. Y entonces cada uno de los refugiados decidirá cuál es su siguiente paso. Los hay que se marcharán a otras ciudades porque tienen familiares, pero también están los que ya piensan quedarse en Loja porque les han ofrecido vivienda y trabajo. «El viaje ha terminado pero todavía queda trabajo y ahora viene la parte más dura».

Para Miguel Cerrillo este viaje ha sido una experiencia que «cualquier persona debería vivir» para poner en valor «todo lo que tenemos», algo que también suscribe su padre Miguel, que añade que ha sido muy gratificante «poder arropar a los ucranianos en un momento tan difícil». José Luis Sánchez apunta a que todo el mundo tiene derecho a una nueva oportunidad, y que «lo que la guerra les ha quitado que la paz se lo devuelva», mientras que su hija Bea señala que el viaje es una muestra de que «los seres humanos se pueden apoyar para seguir adelante y encontrar nuevas oportunidades».

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