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El 3 de octubre de 2007 un aguacero provocó el desbordamiento del arroyo Salado de Riofrío y acabó con 200.000 alevines de trucha y 1.000 esturiones.
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La tromba de agua taponó el ojo de un puente provocando una crecida que arrastró todo lo que encontró en su camino e inundó seis de las piscinas de la piscifactoría Sierra Nevada, lo que supuso la pérdida del 20% de la producción prevista de aquel año.
Pocos días después la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, visitó las instalaciones de la empresa y se preocupó por los daños y destacó su liderazgo mundial en la producción de caviar ecológico.
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