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Un maestro granadino de récord Guinness
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Roberto Baena logra recaudar 2.500 euros para tres causas solidarias mediante el 'apadrinamiento' de 10.430 cubitos de papel hechos por escolaresSecciones
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Solidaridad ·
Roberto Baena logra recaudar 2.500 euros para tres causas solidarias mediante el 'apadrinamiento' de 10.430 cubitos de papel hechos por escolaresRoberto Baena, un granadino de Guadix de la cosecha del 72, es un tipo singular. Salió en los periódicos como árbitro de benjamines –aunque llegó a pitar en segunda be– porque en el descanso de un partido reunió en el centro del campo a todos los chiquillos para aplaudirles por no haber cometido ni una sola falta. Salió en los periódicos porque se inventó el personaje de un mago, Robertoosky Tovarich, para atrapar la atención de sus alumnos durante los tiempos más duros del confinamiento domiciliario –cuando la docencia se impartía a través de la pantalla del ordenador–. Y ahora vuelve a salir en los periódicos porque ha logrado que un millar de niños y niñas de once centros escolares de Alcalá la Real, Frailes y Castillo de Locubín (Jaén) hagan 10.430 cubitos de papel para obtener 2.500 euros para causas solidarias.
Una historia que empezó a escribirse en febrero de este año, cuando los chavales comenzaron con la faena, y que terminó el pasado 29 de mayo en la lonja del Arcipreste de Alcalá la Real, la localidad jienense donde Baena, licenciado en Magisterio por la Universidad de Granada, tiene su plaza de maestro en el CEIP José Garnica. Fue una jornada hermosa y espectacular. Hermosa porque era el colofón a cuatro meses de trabajo. Y espectacular porque gracias al ensamblaje de más de diez mil cubitos Baena y un grupo de doce voluntarios montaron una estructura de más dos metros de alto. Un cubo enorme.Tan enorme que en breve, cuando culmine el proceso de verificación, entrará en el mismísimo libro Guinness de los Récord. «Un mérito colectivo consecuencia de la ayuda y la implicación de muchísima gente y sobre todo de los chavales, que se han volcado al cien por cien», comenta Baena.Tanto es así que una niña, María, llegó a hacer ella sola 260 de estas figuras geométricas.
¿Y cómo se recaudó el dinero? Pues mediante el apadrinamiento.La idea era implicar a familiares, amigos, allegados... de cada uno de los chavales para que pusieran un euro por cada cubito, aunque el mismo día 29, en el evento realizado en Alcalá, se habilitaron unas huchas y hubo mucha gente que realizó aportaciones hasta alcanzar esos 2.500 euros que se destinarán a unos fines muy concretos. Una parte irá para un laboratorio que investiga sobre la glucogenosis tipo 1B. Otro porcentaje fue para la asociación Afaníes, donde una serie de monitores atienden a chiquillos con necesidades especiales. Y otra cantidad irá al Centro Ocupacional 'Los Amigos' para el desarrollo de talleres también para personas con dificultades.
«En el colegio se realizan muchas tareas de educación plástica que tienen un carácter efímero, que se hacen y que terminan rompiéndose a los pocos días (plastilina, palillos de dientes...)», explica Baena, «pero la idea –agrega– era aprovechar uno de esos materiales, el papel origami, para convertir algo tan pequeñito y temporal como un cubito en algo grande y trascendente». Un ejercicio, según él, que va más allá de las manualidades. «Es una metáfora de la vida misma». «Una vez que estaba clara la idea y saber con todos los recursos que contábamos, la clave estaba en que los alumnos alcanzaran ese grado de motivación suficiente, y pensé que lo del Guinness podía ser una buena estrategia para que ellos pensaran que estaban haciendo algo relevante y se sintieran importantes», comenta Baena.
El concepto geométrico básico sobre el que se sustenta todo es la denominada 'Esponja de Menger', un cubo tridimensional sin la parte central de cada cara y sin núcleo interior –como si fueran una especie de ventanas–. Esta estructura se puede repetir hasta el infinito con la peculiaridad de que se gana en superficie, pero se pierde en volumen. El primer nivel constructivo se forma con veinte cubitos, el segundo con cuatrocientos, el tercero con 8.000 y el cuarto –hasta donde pudieron llegar en esta ocasión– hasta 10.430.
Tras formalizar el registro oficial en Guinness y presentar todo el papeleo, ahora mismo Baena está centrado en trasladar todas las pruebas que corroboren que, en efecto, se alcanzaron los 10.430 cubitos –el objetivo inicial era pasar de los diez mil–. Para ello, valen fotos, vídeos, testimonios... todo lo que pueda evidenciar que sucedió lo que sucedió. O sea, un maravilloso ejercicio de educación y solidaridad con las matemáticas como principal pretexto.
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José E. Cabrero | Granada, Juanjo Cerero | Granada y Cristina Ramos | Granada
Cristina Ramos | Granada
Cristina Ramos | Granada y Alicia Amate | Almería
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