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A media noche

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Granada en el alma ·

Pioneros en la divulgación del más allá, de otras dimensiones, Antonio José Alés y el profesor, Jiménez del Oso, coparon la radio y la tele de una época, con audiencias millonarias

Jueves, 29 de agosto 2019, 01:11

Comenzaré diciendo que, no fui un niño normal. Mientras mis amigos leían al Capitán Trueno, yo me enfrascaba con los libros de mi tío Rafael, dejándome la vista por la noche en la cama, gracias a una linterna de petaca, leyendo a Edgar Allan Poe ... y a Gustavo Adolfo Bécquer, en su obra más fantasmal y tenebrosa. Así crecí hasta mi época de estudiante, en la que en lugar de irme a la biblioteca, escogía el silencio y las tumbas del cementerio más apartadas y lúgubres, para empollar y sacar buenas notas. El llamado, «más allá» me apasionó siempre y lejos de asustarme, me ha preparado para el momento final, con una tranquilidad que los más cercanos a mi tachan de extraña, y mis enemigos de extravagante. Yo era de los que a las tres de la madrugada, en el silencio de la alcoba, escuchaba la radio con los ojos abiertos como platos, para no perderme un solo detalle de una buena psicofonía, con la voz de alguien que nos dejó hace años, y que pretende comunicarse con nosotros. O la buena narración de un cuento de terror, representado por un buen cuadro de actores, con la música adecuada y los efectos especiales imprescindibles para sentir miedo hasta gritar o sobresaltarse. El «posprograma», era lo mejor. Sobre todo cuando crujía el armario, o cuando sentía que la presencia de alguien era patente, pese a no ver nada.

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