El metro contará con tres estructuras singulares inspiradas en los secaderos de tabaco de la Vega

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Además de las propias vías, andenes y paradas, la ampliación sur del metro tendrá tres estructuras singulares repartidas a lo largo de este recorrido ampliado que saldrá de Armilla, pasará por Churriana de la Vega y terminará en Las Gabias.

Se trata de tres infraestructuras imprescindibles para que el metro funcione y que están ya en construcción.

Los acabados tanto de la subestación eléctrica, como de la parada y marquesina ubicadas en el intercambiador, así como el puesto de control secundario, llevarán unas marcas en relieve de forma triangular, que imitan a las celosías o respiraderos de los secaderos de tabaco de la Vega, un entramado de ladrillo que facilitaba la ventilación en estas arquitecturas agrícolas y que ahora estará presente en este metro que recorre estos pueblos del sur metropolitano.

La consejera de Fomento, Rocío Díaz, destaca la buena evolución de los trabajos, después de que esta semana pasa se haya procedido ya a colocar las primeras vías del metro. «A lo largo del recorrido se han cuidado los detalles como vemos con esta inspiración en los secaderos de la Vega que tendrán las estructuras singulares que ya están en construcción».

La subestación eléctrica, ubicada en la carretera de Alhama, en las afueras de Armilla, será fundamental para dotar de energía eléctrica al metro ya que, aunque siga dependiendo de la central necesita ese impulso energético cercano para funcionar.

El puesto de control secundario, que se ubica en la carretera A-338 a Las Gabias, se encuentran en la actualidad en ejecución y servirá para realizar el seguimiento de los trenes desde la zona, a pesar de seguir dependiendo del núcleo de Talleres y Cocheras donde se recopila la información de las más de 400 cámaras que sirven para velar por el buen funcionamiento de los tranvías a lo largo de su recorrido hasta Albolote.

El intercambiador de La Gloria acogerá el aparcamiento disuasorio de la prolongación sur, el apeadero del metro y una parada para autobuses interurbanos, lo que lo convierte en un importante nodo intercambiador de distintos sistemas de transportes. El objetivo principal de esta infraestructura es que los vehículos de los pueblos cercanos estacionen ahí para moverse en metro. Este espacio se presentará como una alternativa de viaje atractiva para los residentes en las localidades próximas.

Estos edificios modernos han sido concebidos para recordar a la Vega desde su base de hormigón armado. Las marcas en relieve de forma triangular tendrán un color ocre similar al de los secaderos.

En el caso de la parada La Gloria, la del intercambiador, en Las Gabias, supone la única parada de la prolongación sur que a nivel de arquitectura se diferencia del resto de las que se van a construir en el trazado, cuyo modelo son las existentes en la actual línea de metro en explotación. Las especiales condiciones del entorno paisajístico de la Vega justifican una propuesta de cubierta sencilla, pero amplia (que protege al viajero de forma generosa de las inclemencias del tiempo), de hormigón coloreado, con una geometría que genera una extensa sombra, calada con el patrón que recuerda a estos secaderos de tabaco de la Vega que están presentes en las raíces de estos pueblos y a partir de ahora, también en el metro.